Redacción
CANCÚN.-La desaceleración económica comienza a sentirse con fuerza en el sur del país y Quintana Roo aparece como el estado más afectado por la caída de la actividad industrial, luego de concluir los megaproyectos impulsados durante el actual sexenio, como el Tren Maya.
De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (Imaief) del Inegi, en junio pasado la actividad industrial en Quintana Roo se desplomó 21.8% respecto al mes anterior, y en el acumulado del primer semestre del año registra una caída de 48.46%, la más pronunciada del país.
El fin del impulso del Tren Maya
Durante los últimos años, la construcción del Tren Maya representó una inyección de capital público sin precedente en la región. Obra, materiales, empleos temporales y consumo local impulsaron artificialmente el crecimiento del sector construcción y servicios asociados. Sin embargo, la conclusión de los trabajos más intensos dejó un vacío económico que ya se refleja en los indicadores.
Especialistas de Econosignal (Deloitte) señalan que la desaceleración es “natural” tras el cierre de los grandes proyectos federales, pero advierten que en estados con alta dependencia del gasto público y la construcción -como Quintana Roo- el impacto es mayor por la falta de una base industrial diversificada.
Aunque el turismo continúa siendo el principal motor económico de Quintana Roo, la desaceleración industrial revela una vulnerabilidad estructural: gran parte del empleo y de la actividad económica dependen del flujo turístico y de inversiones federales.
Con menos obra pública y menor dinamismo en el sector de la construcción, se reduce la generación de empleos temporales, lo que podría tener un efecto en el consumo local y en el mercado inmobiliario, que también muestra signos de saturación en destinos como Tulum y Playa del Carmen.
Panorama regional desigual
Mientras entidades del norte como Nayarit (+6.9%), Sinaloa (+5.0%) y Tamaulipas (+2.9%) reportaron crecimiento en su actividad industrial, el sur-sureste vuelve a rezagarse, con caídas también en Campeche (-6.1%) y Chiapas (-8.4%).
El contraste evidencia que, pese a los megaproyectos, la promesa de equilibrar el desarrollo entre norte y sur del país sigue sin concretarse.
