Venezuela se alista ante una escalada de amenazas de Estados Unidos

La tensión aumenta: Venezuela se alista y busca apoyo internacional ante las crecientes amenazas de Estados Unidos.
Venezuela se alista ante una escalada de amenazas de Estados Unidos

Caracas se moviliza internamente y busca respaldo internacional mientras Washington intensifica su narrativa agresiva, señalando a Venezuela como un «estado narcoterrorista» y emitiendo alertas de viaje.

La respuesta de Caracas: Unidad y fuerza militar

La narrativa agresiva del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela se ha intensificado, generando tensión política y mediática. Esta escalada incluye filtraciones sobre una importante movilización de elementos militares estadounidenses con dirección a la república bolivariana. En respuesta, el gobierno chavista ha optado por una demostración de unidad y fuerza.

El presidente Nicolás Maduro ha realizado actos consecutivos relacionados con temas policiales y militares, proyectando el mensaje de que Venezuela está tranquila y lista para defender su soberanía. Recientemente, dirigió un acto en el que la Milicia Nacional Bolivariana, un regimiento de reservistas con 4.5 millones de tropas, se incorporó al dispositivo de seguridad «Cuadrantes de Paz». Este sistema articula a policías y militares con los 5 mil 336 circuitos comunales, unidades de organización política activas en las comunidades.

Maduro convocó una «jornada de alistamiento y llamado a filas de todos los milicianos y todo el pueblo que quiera dar un paso al frente para decirle al imperialismo basta de tus amenazas, Venezuela se respeta». Adicionalmente, informó que ha activado el Sistema Defensivo Nacional, conformado por todas las estructuras de conducción políticas, gubernamentales, civiles, militares y policiales del país, el cual se encuentra en sesión permanente. «Venezuela volverá a triunfar sobre todas las amenazas extravagantes, estrafalarias, criminales del imperialismo norteamericano», aseguró el mandatario.

La ofensiva de washington: De la DEA a las alertas de viaje

El ataque más reciente provino de Terry Cole, director de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). En una entrevista con Fox News, Cole afirmó que «Venezuela se ha convertido en un estado narcoterrorista que sigue colaborando con las FARC y el ELN de Colombia para enviar cantidades récord de cocaína desde Venezuela a los carteles mexicanos, que siguen entrando a Estados Unidos».

Paralelamente, la embajada de Estados Unidos en Colombia, que funge como sede «encargada» para Venezuela, emitió una alerta de viaje a sus ciudadanos. Recomendó no visitar el país o abandonarlo, citando «graves riesgos de detención ilegal, tortura durante la detención, terrorismo, secuestro, prácticas policiales injustas, delitos violentos y disturbios civiles».

«Grosero ardid»: La réplica venezolana

Las declaraciones de Terry Cole fueron rebatidas por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. A través de redes sociales, Rodríguez señaló que los propios informes de la DEA, los «National Drug Threat Assessment de los años 2024 y 2025», no mencionan a Venezuela como un factor de importancia en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Con esto, la vicepresidenta argumentó que las agresiones verbales del jefe de la DEA no son más que un «grosero ardid» para «sustentar la agresión contra Venezuela».

A estas declaraciones se sumaron las del ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López. En un video publicado en redes sociales, expresó: «Yo le digo a los Estados Unidos que no se atreva a poner una mano aquí en Venezuela, se lo digo en representación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que lo siente en su corazón y en su sangre».

Solidaridad internacional y llamados a la contención

El respaldo al gobierno venezolano se ha manifestado dentro y fuera del país, con declaraciones solidarias de varios gobiernos latinoamericanos y de otras latitudes.

El miércoles, una cumbre extraordinaria de la Alianza Bolivariana para Nuestra América (Alba-TCP) culminó con un comunicado de respaldo al presidente Nicolás Maduro y un rechazo al despliegue militar y las amenazas de Estados Unidos. Este documento fue firmado por los jefes de Estado de Cuba, Bolivia, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada y San Cristóbal y Nieves, además de Venezuela.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, desmintió en la red social X que el tráfico de cocaína por Venezuela sea obra de un «Cartel de los Soles», calificando esto como «una mentira como las armas de destrucción masiva de Irak», que «solo sirve para invadir países».

Celso Amorim, asesor de la presidencia de Brasil, expresó su preocupación por el despliegue bélico estadounidense en el Caribe, que calificó de riesgo, y agregó que el combate al crimen organizado debe hacerse «con la cooperación entre los países y no con intervenciones unilaterales».

En un tono más mesurado, la oficina del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a Estados Unidos y Venezuela a «resolver sus diferencias por medios pacíficos» y a «ejercer la contención».

Sin embargo, lo que Guterres ve como «diferencias», el gobierno chino lo describió con mayor contundencia al manifestar su rechazo a la agresión estadounidense. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, afirmó: «Nos oponemos al uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y a la injerencia externa en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto».

Por su parte, el gobierno de Irán condenó en un comunicado oficial «la amenaza estadounidense de usar la fuerza contra la soberanía nacional y la integridad territorial de Venezuela». Además, señalaron que tales acciones «constituyen una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas, en particular del Artículo 2, Párrafo 4, que prohíbe el uso de la fuerza o la amenaza contra Estados independientes», y que esto es «una clara muestra del creciente desprecio del gobierno estadounidense por las normas fundamentales del derecho internacional».

La escalada de tensión entre Venezuela y Estados Unidos no solo moviliza tropas y discursos, sino que también redibuja alianzas y condenas en el tablero geopolítico. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la diplomacia para desescalar un conflicto que parece ir en ascenso?

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