Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó un tema crucial para el debate público. Este viernes 25 de julio de 2025, la mandataria afirmó que la libertad de expresión es esencial, pero no debe ser un velo para la violencia de género Sheinbaum enfatizó la urgencia de discernir críticas legítimas de ataques misóginos.
La postura presidencial: libertad y límites
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó este viernes que en México debe garantizarse la libertad de expresión “en todos los sentidos”. Sin embargo, subrayó que no puede permitirse la violencia de género disfrazada de crítica, especialmente cuando está motivada por misoginia o estereotipos sexistas.
Consultada en su conferencia de prensa habitual en Palacio Nacional sobre la aparente tendencia de algunos gobernantes estatales a recurrir a la vía judicial para responder a las críticas, la presidenta Sheinbaum pidió analizar cada caso por separado. Advirtió que muchas de estas resoluciones judiciales tienen como base denuncias por violencia política de género.
La complejidad de la judicialización de la crítica
“Lo que hay que ver es cada caso, yo creo. Cada uno de los casos en qué circunstancias se dan”, dijo la mandataria. “Muchos de estos casos en donde hay resoluciones de los tribunales electorales tienen que ver con la violencia contra las mujeres, violencia de género”, explicó. Señaló que es fundamental que tanto los tribunales como la sociedad distingan claramente cuándo existe violencia de género real y cuándo se está utilizando de manera incorrecta esa figura legal para responder a críticas legítimas.
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En las últimas semanas, han sido cuestionadas resoluciones judiciales en Estados como Campeche, Puebla, Tamaulipas y Guerrero. En estas entidades, autoridades o actores políticos han promovido medidas legales o sanciones públicas contra periodistas, usuarios de redes sociales y ciudadanos por opiniones críticas.
Distinguir crítica legítima de denostación sexista
Sheinbaum insistió en que las críticas no deben ser judicializadas cuando se trata de opiniones legítimas o cuestionamientos informados. “Lo que no debe haber es, si hay un tema que no tiene nada que ver con violencia contra las mujeres, utilizar la tipificación de violencia contra la mujer frente a una posición de un periodista, de un periódico, de un medio, de una crítica informada a un político”, señaló.
Al mismo tiempo, fue enfática en que la violencia por razones de género debe ser rechazada por toda la sociedad. “No puede ser que a una mujer por su físico, por de qué color lleva el cabello pintado, por cualquier tema, sea utilizado como una denostación, porque ahí sí hay violencia contra la mujer”, afirmó. Añadió que esta condena debe ir más allá del ámbito judicial: “Ahí tiene que haber una condena social, ni siquiera solo de un tribunal”.
El papel de los medios y el derecho a la información
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La mandataria pidió que de parte de los medios de comunicación “haya información responsable, que no haya mentiras en la manera y en lo que dicen”. Concluyó refiriéndose al “gran derecho de las audiencias” establecido por la nueva ley de telecomunicaciones: “el derecho del ciudadano a la información y al derecho de réplica”.
Las declaraciones de la presidenta Sheinbaum marcan una línea crucial en el debate público mexicano. ¿Cómo logrará la sociedad el equilibrio entre la indispensable libertad de expresión y la condena unánime a la violencia de género, especialmente cuando ambas se entremezclan en el ámbito político?
