La administración de Donald Trump ha endurecido su postura comercial. Los nuevos Aranceles de Estados Unidos, calificados como “prácticamente definitivos”, marcan una era de menor flexibilidad en las negociaciones internacionales, con implicaciones económicas y geopolíticas claras.
Aranceles «prácticamente definitivos»: una nueva fase en la política comercial de Estados Unidos
Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos, ha declarado que los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump son “prácticamente definitivos”, descartando la posibilidad de una renegociación inmediata. Esta afirmación, hecha a CBS, subraya la rigidez de las recientes medidas económicas.
Greer enfatizó que “muchos de estos aranceles se fijan en virtud de acuerdos. Algunos de estos acuerdos se anuncian, otros no, otros dependen del nivel de déficit o superávit comercial que tengamos con el país”. Concluyó categóricamente: “estos tipos arancelarios están prácticamente fijados”.
Tarifas específicas y fecha de implementación
Las tasas arancelarias fijadas por Trump antes de una fecha límite del viernes incluyen un 35 por ciento para Canadá, 50 por ciento para Brasil, 25 por ciento para India, 20 por ciento para Taiwán y 39 por ciento para Suiza.
Estos nuevos impuestos a la importación entrarán en vigor para la mayoría de los países el 7 de agosto, otorgando a las aduanas el tiempo necesario para prepararse para su cobro.
Negociaciones previas y la postura actual
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Aunque la Casa Blanca ha rebajado algunas tasas en conversaciones comerciales anteriores, como la reducción a la mitad de los aranceles a la importación fijados la semana pasada como parte de un acuerdo con la Unión Europea (UE), Greer ha sido enfático en que este escenario no se repetirá en la ronda arancelaria más reciente.
La dimensión geopolítica de los aranceles
La justificación para estas medidas va más allá de lo económico. Sobre Brasil, el representante comercial defendió que “el presidente ha observado en Brasil, como en otros países, un abuso de la ley, un abuso de la democracia”. Añadió que “es normal utilizar estas herramientas (aranceles) por razones geopolíticas”. Esto revela una estrategia donde los aranceles se emplean como instrumento de política exterior.
Avances en las conversaciones con Pekín
En contraste, las recientes conversaciones comerciales con Pekín fueron calificadas por Greer como “muy positivas”. El enfoque de estas negociaciones se centró en el suministro de imanes y minerales de tierras raras.
“Estamos centrados en asegurarnos de que el flujo de imanes de China a Estados Unidos y la cadena de suministro adyacente pueda fluir tan libremente como antes… y yo diría que estamos más o menos a mitad de camino”, señaló Greer, indicando un progreso en áreas estratégicas.
Perspectiva de la administración Trump: acuerdos cerrados y negociaciones en curso
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Kevin Hassett, principal asesor económico de Trump, ofreció una visión más amplia a NBC. Para las ocho economías con las que Estados Unidos ya ha firmado un acuerdo, incluyendo la Unión Europea y Japón, los aranceles “están más o menos fijados”.
Sin embargo, para las “decenas de socios comerciales con los que aún no se ha llegado a un acuerdo”, Hassett anticipó que “esperamos que las negociaciones continúen”, sugiriendo que la rigidez no es universal y que la diplomacia comercial sigue activa en otros frentes.
La confirmación de la naturaleza «definitiva» de estos aranceles no solo redefine las reglas del juego comercial global, sino que también subraya una estrategia donde la economía y la geopolítica se entrelazan profundamente. ¿Cómo afectarán estas medidas unilaterales las dinámicas de poder y las relaciones internacionales en un futuro próximo?
