
Un viejo presidente, una nueva batalla
“Zedillo defendió la democracia; AMLO destruye sus bases”. La frase retumbó en redes sociales tras la carta pública de Alejandro Moreno, líder del PRI, quien salió a respaldar con firmeza al expresidente Ernesto Zedillo ante los ataques del gobierno morenista. En un giro inesperado, el pasado se volvió protagonista de una pugna que revela la tensión política actual en México.
El respaldo del PRI: una defensa con carga histórica
Zedillo como símbolo de transición democrática
Alejandro Moreno, actual presidente del PRI, reivindicó la figura de Ernesto Zedillo como un estadista que condujo a México en uno de sus periodos más críticos. Según Moreno, Zedillo enfrentó crisis económicas, presiones sociales y desafíos políticos con una visión de Estado que derivó en reformas institucionales clave.
Entre las acciones que el PRI destaca del sexenio de Zedillo (1994-2000), se subraya el fortalecimiento de organismos como el entonces Instituto Federal Electoral (IFE), precursor del actual Instituto Nacional Electoral (INE). Para Moreno, esa es la “verdadera herencia democrática” que ahora el partido oficialista —Morena— pretende eliminar.
“Morena no tiene estatura moral”
En su misiva, Alejandro Moreno lanzó fuertes críticas al gobierno actual:
“Morena no tiene la estatura moral ni política para señalar con el dedo a nadie”.
Estas palabras se convirtieron en tendencia en plataformas sociales y medios opositores. Para el PRI, las descalificaciones del oficialismo buscan borrar los logros de una etapa clave de la historia reciente del país: la alternancia democrática lograda en el año 2000.
Auditoría internacional: propuesta con tinte electoral
Las obras en la mira
El punto más explosivo del posicionamiento del PRI fue el respaldo total a la iniciativa de Zedillo de someter a una auditoría internacional e independiente a tres de las obras emblemáticas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador:
- Tren Maya
- Refinería Dos Bocas
- Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)
Alejandro Moreno afirmó que estas construcciones están envueltas en una “gran trama de corrupción” y urgió a que se determinen responsabilidades claras. Según el PRI, no se puede esperar “al juicio de la historia”, sino que deben agotarse todas las instancias legales, tanto nacionales como internacionales.
Tono de campaña anticipada
La solicitud de auditoría se enmarca en un contexto preelectoral. El PRI busca reposicionarse como un contrapeso real al oficialismo, no solo desde el discurso, sino desde una ofensiva jurídica y política que recupere terreno ante el desgaste institucional de Morena.
El discurso contra Morena: entre clientelismo y revanchismo
Acusaciones de Estado fallido
Moreno fue más allá al declarar que el país vive bajo un sistema clientelar:
“Han reducido a la República a un Estado fallido, donde no hay ni resultados ni consecuencias”.
Esta narrativa no es nueva en la oposición, pero adquiere una nueva fuerza con el respaldo a Zedillo, un personaje que hasta hace unos años mantenía un perfil bajo y cuya voz ha recobrado relevancia ante la confrontación ideológica con el actual régimen.
“Falsa democracia” y simulación
En su carta, el dirigente priista denunció que México vive una “falsa democracia”, donde la tibieza institucional permite abusos del poder. Para el PRI, el gobierno de López Obrador actúa con revanchismo, impulsando discursos que buscan reescribir la historia con una visión sesgada.
Zedillo, López Obrador y la disputa por la narrativa histórica
¿Quién defiende la democracia?
El choque entre Zedillo y AMLO no es nuevo. Sin embargo, el respaldo directo del PRI a su expresidente coloca en el debate público una pregunta clave: ¿quién representa hoy los valores democráticos?
Para la oposición, Zedillo es el último presidente del PRI que entregó el poder de manera pacífica y legítima. Para Morena, su legado está manchado por el Fobaproa y los pactos económicos con la élite financiera.
AMLO bajo la lupa internacional
La solicitud de una auditoría internacional no solo busca transparencia; también pretende internacionalizar el juicio contra AMLO. Esto tiene un impacto directo en la percepción del gobierno mexicano ante organismos multilaterales y posibles inversionistas.
Moreno dejó claro que la batalla no solo es política, sino reputacional, y que no se permitirán más simulaciones ni impunidad en el uso de recursos públicos.
¿Vuelve el PRI como oposición real?
La carta de Alejandro Moreno no es un hecho aislado. Se trata de una estrategia bien calculada para reposicionar al PRI como defensor de la democracia, en contraposición a un Morena que, según ellos, promueve un modelo autoritario disfrazado de justicia social.
La figura de Ernesto Zedillo, tradicionalmente técnica y distante, cobra nuevo protagonismo como símbolo de una etapa institucional que se percibe hoy en riesgo. En ese sentido, la auditoría a las obras de AMLO no es solo una propuesta técnica: es un acto político de confrontación directa y narrativa histórica.
¿Será suficiente para reposicionar al PRI en el escenario nacional? Eso lo definirá no solo la historia, sino las urnas.