Leslie Gordillo/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- El huracán Wilma se convirtió en una enseñanza para los quintanarroenses, aprendizaje que nadie quiere poner en práctica nuevamente, coincidieron ex funcionarios y empresarios, que participaron en la contingencia durante el impacto del meteoro en el norte de Quintana Roo.
Este martes en el marco del conversatorio por los 20 años del meteoro en la Biblioteca de la Crónica de Cancún, autoridades, ex funcionarios y empresarios recordaron el impacto y la reconstrucción tras el paso del huracán, destacando la fortaleza y unidad que mostró la población quintanarroense hace dos décadas.

En este conversatorio estuvieron el ex gobernador, Félix González Canto, la ex secretaria de turismo Gabriela Rodríguez, la presidenta de Grupo Lomas, Dolores López Lira; Patricia Orenday, vicecoordinadora de las líneas aéreas del Aeropuerto Internacional de Cancún y John McCartey, ex director de Fonatur.
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«Son enseñanzas que deben de quedar ahí, que llevamos muchos años en Quintana Roo sin una emergencia de este tipo, de este nivel y que si llegara a ocurrir algún día, esperemos que sean 100 años más. Que esto sirva como enseñanza, lo bueno y lo malo, también hubo errores y esos errores son los que sirven luego para para corregir», puntualizó el ex gobernador del Estado, Félix González Canto.

Durante los relatos, hicieron énfasis en el trabajo a marchas forzadas que se tuvo que implementar horas antes del meteoro, sobre todo porque buena parte del gabinete, incluido el mandatario estatal, se encontraban en España y tuvieron que regresar de inmediato.
Implementación de estrategias con Wilma
Patricia Orenday, recordó que cuando supieron la magnitud de lo que sería Wilma, tuvieron que implementar estrategias de emergencia para sacar del destino a cerca de 30,000 turistas, de los 70,000 que se encontraban en el destino.
Una vez que paso el fenómeno, 60 horas después de haber entrado por Cozumel y tras haber permanecido estacionado en Cancún más de 40 horas, la prioridad fue evacuar a los miles de turistas varados, en medio de la destrucción, la falta de alimentos y servicios básicos. La operación improvisada unió a transportistas, aerolíneas y voluntarios en un esfuerzo sin precedentes para sacar a los visitantes del estado.

“Las aerolíneas dijeron: No importa la línea, súbelos y llévalos a donde puedas”, relató Gabriela Rodríguez, quien recordó cómo avisaban por radio en qué albergues se estaban documentando los pasajeros y en cuestión de horas, las filas crecieron de decenas a miles de personas formadas con maletas en mano, esperando una oportunidad para salir.
La hotelera Dolores López Lira, consideró que uno de los factores fundamentales que contribuyeron a la recuperación de Cancún, fueron los acuerdos que se lograron con las aseguradoras, tema en el que intervino el presidente de México, Vicente Fox. Y aunado a ello, opinó que una de las mejores lecciones que dejó el huracán fue la reconstrucción realizada, preparados ya para los huracanes, lo que podría hacer la diferencia en un futuro meteoro.
Sin embargo, reconoció que le preocupa que «la gente que actualmente maneja el destino, no ha tenido una experiencia como la de hace 20 años y entonces no están conscientes de lo que puede suceder en una situación como Wilma y que se forma en 24 horas, ni siquiera en 72».
La fuerza laboral, reconocieron todos, fue la piedra angular para recuperarse en tiempo récord, con algunos hoteles parcialmente listos al mes y un destino listo para recibir al destino a menos de 2 meses del paso de Wilma.
