
Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
En diciembre 2022 la revista Ancient Mesoamerican publicó una investigación R.D. Hansen y colaboradores quienes usaron la tecnología LIDAR, que es un sistema de mapeo con láser, en la región Maya de El Mirador y la cuenca kárstica de Calakmul en el norte de Guatemala, con una extensión de uno 1680 kilómetros cuadrados. Esta tecnología permitió “ver” estructuras cubiertas por vegetación, encontrando 964 asentamientos en 417 ciudades, pueblos y villas Mayas todos interconectados por caminos conocidos como “sacbé”. Estos resultados arrojaron luz para entender mejor la compleja y avanzada red de interacciones sociales, políticas y económicas de las ciudades-estado de los Mayas.
La información anterior se refleja así: Cuando los conocedores del monte transmiten sus conocimientos a las nuevas generaciones, una de las enseñanzas es cómo orientarse y cómo no perderse. Primero no hay que perder de vista por donde queda el pueblo, segunda hay que buscar vestigios de sacbés, que cuando se reconocen abundan en muchas comunidades, y tercero caminar en la dirección del pueblo. El sacbé te llevará con bien y librando posibles elementos, como aluxes, Juan del Monte o incluso al Uay, que pueden hacer al caminante perderse en la selva.
En la revista Journal of Anthropological Archaeology, 2024, M.A. Masson y colaboradores publicaron un artículo donde encontraron la recuperación de la población en el área de Mayapan. Sus datos cuestionan la hipótesis del colapso y “desaparición” de los Mayas; reconocen la alta resiliencia de la población rural en el posclásico. Este hecho seguramente se repitió en todo el mundo Maya. La población que se recuperó es la rural, no la gobernante. Esta investigación explica, en buena medida, porqué realmente no hubo colapso de la cultura Maya y, por lo tanto, porqué cuando llegaron los españoles encontraron una alta población Maya.
Este estudio no solo explica la resiliencia de la población Maya; también respalda la calidad, cantidad y formas de crear conocimiento que los Mayas generaron por siglos, que continúan haciendo hoy en día, y que se han estado documentando por parte de investigadores, prácticos y académicos. Pero no hay que perder de vista que la velocidad de pérdida de conocimiento y de las formas que desarrollaron para crear ese conocimiento, es cada vez más acelerada. En este sentido, INMAYA y UIMQROO, particularmente, tienen mucho trabajo por hacer; ojalá que no les gane el tiempo.
El 28 de mayo 2025, S. Nagakome y colaboradores publicaron en la revista Current Biology un estudio de genética de restos de Mayas de Copán. Sus resultados permiten reescribir la historia del colapso Maya. El mal llamado colapso es una de las más dramáticas transformaciones que sociedad alguna antigua haya tenido. También permiten decir que hay una robusta continuidad genética desde el periodo Arcaico Tardío (3,700-1000 años antes de nuestra era) hasta nuestros días. Aun cuando hubo presiones ambientales fuertísimas y colapso político entre los siglos 9 y 11, la población Maya se redujo pero no se extinguió, se transformó. Esto demuestra una extraordinaria capacidad de resiliencia que sigue presente actualmente.
Estamos rodeados de una cultura y saberes extraordinarios, ¿tenemos las políticas públicas adecuadas para reconocer y aprovechar ese potencial?
Punto y aparte.
La propuesta de legalizar invasiones en casas de Infonavit sigue la lógica de pensamiento detrás de la política de condonación de multas por pago de impuestos retrasados. Ganan quienes cometen actos ilegales.
Es cuanto.