| VISIÓN INTERCULTURAL | Desconfianza, desconocimiento, ¿o falta de razonamiento crítico?

Francisco J. Rosado May

fjrmay@hotmail.com

Hace 15 días estrenamos un nuevo sistema de impartición de justicia con la implementación de jueces, magistrados y ministros elegidos por votación. Independientemente de cómo llegaron, hay mucho escrito al respecto, o de que aún faltan cosas como la capacitación, muchos no tenían la experiencia de litis necesaria para su función, el hecho es que en México será necesario vivir con esta nueva realidad.

Imaginemos una situación relacionada con un proceso de adopción, en relación con el título de esta entrega, partiendo del momento en que el juzgado correspondiente emitió la sentencia final de adopción en favor de los solicitantes.

La sentencia incluyó la autorización de un apellido que no sigue exactamente la tradición de otorgar los apellidos a los hijos. El juzgado notificó a una unidad del Registro Civil en Cancún y por supuesto se les entregó la sentencia de adopción. Los padres, la menor y los testigos se presentaron en la fecha y hora establecida para la emisión de una nueva acta de nacimiento con el nuevo nombre y apellidos de la persona menor adoptada. Una persona empleada del Registro Civil tomó el caso, más tarde llamó a los padres para revisar el acta, la cual no siguió la indicación del juzgado. Los apellidos en la nueva acta siguieron el patrón acostumbrado. Se le hizo notar la situación a la funcionaria lo que inició un proceso de aclaración, llamadas a abogados, etc. Afortunadamente, aunque después de varias horas, el asunto se solucionó; se obtuvo el acta nueva y CURP.

Con el acta en mano el siguiente trámite fue obtener un pasaporte. Se siguieron las indicaciones ofrecidas en línea, se hizo la cita en una ciudad de Yucatán, y se presentaron los documentos requeridos. La primera revisión no arrojó problema alguno. El siguiente paso fue esperar la hora de entrega del documento. Llegó la hora, pasó mucho tiempo hasta que en la ventanilla informaron a los padres que tenían que ir a otra ventanilla para aclarar la situación en los documentos. Después de esperar, en esa nueva ventanilla señalaron que los apellidos del acta de nacimiento no correspondían exactamente al de los padres. Se les mostró la sentencia de adopción donde se señala cómo debe llevar los apellidos la menor. La representante de la oficina solicitó más documentos ¡para respaldar la sentencia de un juzgado! Después de semanas de proceso, correos, llamadas, búsqueda de información, etc., finalmente decidieron expedir el pasaporte.

¿Cuál es la explicación en ambos casos? ¿Desconfianza a un documento oficial de un juzgado o desconocimiento de procedimientos o falta de razonamiento crítico? El Registro Civil es una instancia estatal, la oficina de pasaportes es federal. Es decir, en dos instancias diferentes, misma situación. Por supuesto que no se pidió explicación, asumiendo que o se complicaría más la situación y no se hubieran obtenido los documentos o sencillamente no sabrían que decir.

¿Cómo se conducirían las mismas instancias si una sentencia de adopción es ahora emitida por un nuevo juzgador que llegó a ese puesto por la reforma judicial? Ojalá se mejore significativamente no solo casos como el descrito sino también de otra índole. Lo contrario no debería ser siquiera considerado.

Punto y aparte.

El nuevo paquete económico para 2026 ha sido entregado al H. Congreso de la unión. Uno de los puntos que contiene es el impuesto a bebidas endulzadas, cuyo consumo está relacionado con problemas de obesidad y diabetes. La paradoja es que mientras más se consuma lo que se quiere impedir, más presupuesto habrá para salud.

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