Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
Hace unas semanas, del 27 al 29 de julio, se llevó a cabo en Addis Ababa, Etiopía, la Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, para hacer un recuento de los avances a cuatro años de la Cumbre del 2021(del 29 de noviembre al 3 de diciembre). Los resultados de la Cumbre del 2021 están disponibles en la página https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/21d093f8-7345-45ef-9f8c-e51cca6c8a83/content. La agricultura, como la conocemos, especialmente la que descansa en técnicas de la revolución verde, explica alrededor del 30% de la emisión de gases de efecto invernadero, es la causa más grande de pérdida de biodiversidad, etc.; no es sostenible.
La reunión en Etiopía tuvo como objetivo revisar los avances en materia de sistemas alimentarios con respecto a los Objetivos del Desarrollo Sostenible y fortalecer la rendición de cuentas. Se presentó el Informe SOFI 2025, que se refiere al estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el planeta, el cual señala que el 8.2 % de la población mundial, unos 673 millones de personas, pasó hambre en 2024, lo que representa una ligerísima mejoría con respecto al 8.5% registrado en 2023 (ver las páginas https://news.un.org/es/story/2025/07/1540247#:~:text=El%20Estado%20de%20la%20Seguridad,%2C5%25%20registrado%20en%202023).
En la cumbre de 2021 destacan dos aspectos. El primero es la adopción de la definición de sistema alimentario; el segundo es la organización de coaliciones para articular esfuerzos en áreas claves para la transformación de sistemas alimentarios no sostenibles. Ambos casos tienen impacto fuerte en el diseño de políticas públicas, por lo tanto, es importante tener no solo conocimiento de ellos sino entenderlos y atenderlos.
La definición más socorrida de sistemas alimentarios se puede encontrar en la página de la FAO (https://www-fao-org.translate.goog/climate-smart-agriculture-sourcebook/production-resources/module-b10-value-chains/chapter-b10-2/en/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc). Los sistemas alimentarios abarcan toda la gama de actores y sus actividades interrelacionadas con el valor añadido, involucradas en la producción, agregación, procesamiento, distribución, consumo y eliminación de productos alimenticios provenientes de la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura, así como los entornos económicos, sociales y naturales donde se llevan a cabo dichas actividades y actores. Este concepto supera por mucho el concepto guía que aún se escucha en los entornos locales, el de “sistema producto” que guía decisiones y políticas públicas. Un sistema producto se enfoca solo a una especie y no se articula con otras especies ni integra todo el proceso que incluye la planeación hasta la disposición final del alimento, prácticamente se enfoca solo a la parte de la producción.
El segundo aspecto, la reorganización de formas de atención a la problemática. A partir de 2021 se establecieron Coaliciones alrededor de temas claves, importantes y necesarios para reducir significativamente el impacto de los sistemas alimentarios en el ambiente, tejidos sociales, consumo del agua para riego, migraciones, pérdida de biodiversidad, etc. Si Ud. hace una búsqueda en internet con las palabras “coalición para la transformación de los sistemas alimentarios, en la página de UN Food Systems Coordination Hub, va a encontrar información de las 18 Coaliciones actualmente activas a nivel internacional. Algunas tienen mayor presencia (como la de Agroecología, la de Alimentos Escolares, la de Alimentos Azules, la de Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas) que otras. Si ud. hace una búsqueda usando Compendium de Coaliciones de Sistemas Alimentarios verá incluso un mapa que muestra el involucramiento de los países en cada una de las coaliciones.
Es cuanto.