
“No se necesita tener visa para ser gobernador”: Marina del Pilar responde al retiro de su permiso estadounidense
La gobernadora de Baja California enfrenta una tormenta mediática tras revelarse que Estados Unidos le retiró la visa. Pero lejos de replegarse, Marina del Pilar Ávila Olmeda respondió de forma directa, defendiendo su investidura y reafirmando su compromiso con los proyectos binacionales. La controversia revela un trasfondo más amplio: la disputa política en la frontera norte, el papel de los gobernadores morenistas, y la eterna influencia de Washington en la política nacional.
La controversia de la visa y la respuesta desde el poder
“No me va a pasar absolutamente nada por no tener visa”. Con esta frase, Marina del Pilar enfrentó lo que para otros sería un golpe devastador. La mandataria bajacaliforniana aseguró que su trabajo como gobernadora no se ve afectado por el retiro de su visa estadounidense, y que se trata de un tema pasajero. “Tengo la conciencia tranquila”, dijo desde su tradicional conferencia de los miércoles, donde también aprovechó para lanzar una crítica a sus adversarios del PAN.
La frase, aunque sencilla, encierra múltiples capas: un mensaje de autodeterminación, un posicionamiento político frente a Washington, y una defensa de su legitimidad. En tiempos donde cualquier funcionario con nexos internacionales puede verse vulnerado por decisiones del gobierno de EE.UU., Marina del Pilar gira el reflector y lo convierte en capital político.
Más allá del documento: lo que representa perder la visa en la frontera
Un símbolo de validación para los políticos mexicanos
Tener visa, especialmente en estados fronterizos como Baja California, no es solo un tema práctico, sino simbólico. Significa acceso, reconocimiento, movilidad e incluso, para muchos, una especie de legitimidad. Perderla puede leerse como una sanción informal.
Pero la gobernadora le dio la vuelta al discurso. “Hay millones de mexicanos que han vivido sin visa toda su vida”, dijo. Con esta declaración, se desmarca del privilegio implícito en la movilidad internacional, y se ancla en un discurso de cercanía con el pueblo.
Los antecedentes: panistas con visa revocada
Cuando se le cuestionó sobre las exigencias del PAN para que se retire de las mesas de seguridad, Marina del Pilar recordó que durante gobiernos panistas hubo funcionarios no sólo sin visa, sino incluso detenidos en EE.UU. La alusión es clara: si hubo indulgencia con otros actores, ¿por qué hoy la exigencia es tan severa?
Proyectos binacionales: entre la retórica y la infraestructura
Planta de tratamiento en San Antonio de los Buenos
En la misma conferencia, la gobernadora presentó avances de un proyecto clave: la planta de tratamiento de aguas negras en Tijuana. Esta obra, financiada con recursos federales, busca sanear parte del flujo que contamina no sólo las playas de la ciudad, sino también las de San Diego. El gesto es significativo: aun sin visa, Marina del Pilar continúa con proyectos que impactan directamente del otro lado de la frontera.
Es un acto de política práctica, y también de narrativa. En lugar de centrarse en el impedimento personal, enfoca la conversación en los resultados tangibles de su gestión. “Soy la única gobernadora que ha trabajado e invertido en proyectos para ambos lados de la frontera”, subrayó.
Un mensaje para Washington… y para Palacio Nacional
Aunque dijo respetar la soberanía del gobierno estadounidense, la gobernadora dejó claro que su agenda no depende de una visa. Al mismo tiempo, mandó una señal hacia el centro del poder nacional: sigue siendo útil, operativa y con respaldo. Incluso recordó que preside la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) con el apoyo de sus colegas, y que no piensa ceder esa posición.
“Nadie le tira piedras a un árbol que no da frutos”
El discurso del mérito frente a la crítica
La gobernadora usó una frase popular para desestimar los ataques: “Nadie le tira piedras a un árbol que no da frutos”. En su narrativa, las críticas que recibe son proporcionales al impacto de su gestión. Esta postura busca consolidar su imagen como mujer fuerte, capaz de sostenerse frente a la adversidad.
Rumbo al 2027: ¿se fortalece o se debilita?
El futuro político de Marina del Pilar podría verse afectado si el retiro de la visa se traduce en otros bloqueos, pero también podría capitalizarlo si logra mantener el control del discurso y los resultados en obra pública. Baja California ha sido una pieza clave en el ajedrez político de Morena, y la gobernadora ya figura como una de las lideresas jóvenes con mayor proyección nacional.
¿Es la visa un arma política?
Más allá de los procedimientos consulares, el retiro de una visa a un funcionario público tiene implicaciones políticas inevitables. En un contexto de tensiones binacionales, este tipo de decisiones pueden leerse como mensajes cruzados. Marina del Pilar decidió responder desde la trinchera política, no jurídica. Reafirmó su liderazgo y apostó por una narrativa de soberanía, legitimidad y continuidad.
El episodio deja preguntas abiertas sobre el papel de Estados Unidos en la política mexicana, pero también sobre cómo los liderazgos morenistas están construyendo nuevas formas de relación con el poder transfronterizo. Marina del Pilar, al menos por ahora, parece decidida a no ceder.