En un desarrollo crucial para el «círculo rojo» político, un juez ha vinculado a proceso a Arturo N, uno de los trece detenidos por el doble homicidio de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores clave de la jefa de Gobierno, Clara Brugada. Este paso judicial revela la intrincada red detrás del crimen, con el foco en delitos conexos.
Clave en la investigación del doble homicidio
Arturo N, uno de los trece individuos arrestados en relación con el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular, y José Muñoz, coordinador de asesores de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, fue vinculado a proceso este 27 de agosto de 2025. Los hechos violentos que culminaron con la ejecución de ambos colaboradores tuvieron lugar el 20 de mayo de 2025 en Calzada de Tlalpan.
La vinculación se dictó en una audiencia de continuación celebrada en las salas orales del Reclusorio Norte, donde un juez de Control determinó la procedencia de la acción penal contra Arturo N. Su detención, realizada la semana pasada, fue producto de cateos coordinados por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y peritos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina, como parte fundamental de las diligencias para esclarecer el doble homicidio.
Delitos imputados y medida cautelar
Los cargos específicos contra Arturo N no se relacionan directamente con el doble homicidio, sino con delitos de alto impacto que sugieren su rol logístico en la cadena de eventos. Estos incluyen posesión indebida de tarjeta de circulación, contra la salud en su modalidad de narcomenudeo con hipótesis de posesión con fines de comercio, y narcotráfico.
El juzgador ratificó la medida cautelar de prisión preventiva justificada por lo que hace a los delitos del fuero común. Adicionalmente, se dictó prisión preventiva oficiosa para los delitos federales imputados. Arturo N permanecerá en dicho penal, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero, mientras avanzan las investigaciones complementarias.
Conexión con el crimen y declinación de competencia
Durante su detención, las autoridades encontraron en posesión de Arturo N documentos apócrifos, placas de circulación y diversas drogas. Esta evidencia es crucial, ya que las investigaciones en curso señalan que Arturo N pudo haber facilitado las placas sobrepuestas que utilizaron todos los vehículos que participaron en el doble crimen. Esta acción, aunque indirecta, se perfila como un elemento logístico vital para los perpetradores de la ejecución.
En un movimiento estratégico, el juzgador determinó declinar la competencia a la federación para que continúen con la investigación complementaria de los delitos federales. Esta decisión subraya la complejidad del caso y la necesidad de una coordinación interinstitucional para desentrañar todas sus aristas, más allá de la ejecución directa de los asesinatos.
La vinculación a proceso de Arturo N por delitos colaterales abre una ventana al modus operandi detrás de crímenes de alto perfil político. ¿Es este el hilo que desvelará la red completa de complicidades, o solo una pieza más en un rompecabezas que la política nacional aún no termina de armar?
