Que Vero Lezama —a quien desde hace semanas se le menciona como posible candidata de Morena a la presidencia municipal de Cancún— ya aparezca en mediciones electorales, y justo en una encuesta de Massive Caller, parece más bien como fuego amigo.
Primero, porque Massive Caller viene muy desgastada. Falló en la presidencial, falló en varias elecciones estatales y su metodología ha sido duramente cuestionada.
Y segundo, porque esta encuestadora ha estado relacionada con el PAN (o el PRIAN), lo cual termina por hundir aún más su credibilidad.
Pero, además, en Morena las cosas se están poniendo más estrictas.
La dirigencia nacional ha comenzado a cerrar filas contra el nepotismo y a revisar con lupa las candidaturas.
No habría razones para tirar cuetes con esta encuesta de Massive Caller.