
El consumo familiar en México muestra señales de vida tras meses de incertidumbre económica. En febrero de 2025, las ventas minoristas sumaron su cuarta alza mensual consecutiva, según el Inegi.
Aunque los avances son ligeros, el dato apunta a una resistencia del consumidor pese a la inflación y el bajo poder adquisitivo. ¿Es una recuperación real o un espejismo estadístico?
¿Qué dicen los datos del Inegi?
Ventas minoristas: leve pero constante avance
Las ventas al por menor, consideradas el termómetro del consumo en los hogares mexicanos, crecieron 0.2% en febrero respecto a enero, según la Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (Emec) del Inegi. Esta es la cuarta lectura mensual al alza consecutiva.
Sin embargo, al observar el dato anual, el panorama es más reservado. El crecimiento se desaceleró de 2.7% en enero a solo 1.7% en febrero, lo que sugiere que la base de comparación favorable del año pasado está influyendo en las cifras positivas.
Los sectores que impulsan
Pese a que seis de nueve componentes cayeron, hubo segmentos que sostuvieron el avance:
- Ventas en línea y por catálogo: +13.2% anual
- Abarrotes, alimentos y bebidas: +4.5%
- Enseres domésticos y computadoras: +3.2%
Esto indica que el consumo está migrando hacia canales digitales y productos de primera necesidad, una tendencia que se aceleró desde la pandemia.
Los rubros que restan impulso
En contraste, los siguientes sectores arrastraron el indicador general:
- Tiendas de autoservicio y departamentales: –3.3%
- Artículos de salud: –2.9%
- Ferretería y materiales: –2.5%
- Vehículos y combustibles: –1.8%
Esto refleja una cautela del consumidor ante compras de alto valor o no prioritarias.
El empleo y las remuneraciones: señales mixtas
El personal ocupado total en el comercio minorista creció 0.4% mensual en febrero, lo cual es una señal positiva. A nivel anual, el alza fue de 1.7%. No obstante, las remuneraciones medias reales bajaron 0.3% respecto a enero, y su crecimiento anual fue de 4.7%, por debajo del 6.7% de enero.
Este dato sugiere que aunque hay más empleo, el poder adquisitivo sigue rezagado, un factor que limita el despegue del consumo.
Comercio mayorista: arrastra la inercia negativa
Mientras el comercio minorista muestra señales de vida, el mayorista —más vinculado a la industria— sigue en terreno negativo.
Caída en ingresos y empleo
En febrero, los ingresos reales al por mayor subieron apenas 0.2% mensual, pero siguen cayendo 5.3% a tasa anual. Esta es la décimo quinta lectura anual en rojo.
El personal ocupado cayó 0.8% mensual, aunque sus remuneraciones crecieron 1.6%. A nivel anual, el empleo creció 4.6% y los salarios 6.1%, pero esto no compensa la debilidad estructural del sector.
Maquinaria, materias primas y más a la baja
Seis de los siete componentes del comercio al por mayor se contrajeron:
- Maquinaria y equipo para industrias: –11.9%
- Materias primas agropecuarias: –8.2%
- Intermediación de comercio: –5.9%
Solo los camiones y refacciones automotrices crecieron (+5.6%).
Esto evidencia que el dinamismo en sectores clave como el agroindustrial y la construcción sigue limitado, con implicaciones para la cadena de suministros.
Sector servicios: freno tras un buen enero
La Encuesta Mensual de Servicios (EMS) del Inegi mostró que los servicios privados no financieros no crecieron en febrero respecto a enero, luego de un alza de 2.6% al inicio del año.
Desaceleración anual
En términos anuales, el crecimiento pasó de 7% en enero a 5.8% en febrero. Aunque aún es un número sólido, la desaceleración preocupa.
El empleo en servicios cayó 0.3% mensual y las remuneraciones, 0.7%. Aun así, el gasto en consumo de bienes y servicios subió 0.1% mensual, y 4.6% anual.
Análisis contextual: ¿recuperación real o efecto base?
El papel de la baja base de comparación
Muchos de los datos positivos recientes se explican más por lo mal que estaba la economía hace un año que por una mejora sólida. La inflación, los altos costos financieros y un entorno de incertidumbre global siguen pesando en el consumo.
¿Qué esperar para los próximos meses?
Con un panorama electoral en puerta y presiones económicas globales (como el precio del petróleo y el tipo de cambio), el consumo podría estancarse nuevamente. La estabilidad del empleo será clave para sostener cualquier avance.
Aunque el consumo en México muestra señales de recuperación, la fragilidad persiste. Las ventas minoristas encadenan cuatro meses al alza, pero con avances leves y apoyadas por comparaciones débiles.
Los sectores tradicionales siguen rezagados, mientras que las compras digitales y de productos básicos impulsan los datos. La pregunta es si este repunte puede sostenerse en un contexto de salarios estancados y gasto moderado.
La economía mexicana aún camina sobre terreno resbaladizo. Lo que ocurra en el segundo trimestre será decisivo para confirmar si esta tendencia representa una recuperación sostenida o solo un respiro temporal.