
La voz que no se apagó: la última crítica de Vargas Llosa a AMLO
Un escritor universal, un presidente polarizante y un país en vilo. Así se entrelazan las últimas palabras públicas de Mario Vargas Llosa con el presente mexicano.
Este 14 de abril de 2025, el mundo literario y político amaneció con la noticia de la muerte del Nobel peruano. Pero lo que más ha resonado en México no fue solo su partida, sino su más reciente crítica al presidente Andrés Manuel López Obrador, publicada semanas antes de su fallecimiento.
Vargas Llosa y AMLO: una relación marcada por el desencanto
Una historia de desencuentros
Desde el inicio del sexenio de López Obrador, Mario Vargas Llosa se mostró escéptico. Aunque en su momento celebró la transición democrática de México, nunca ocultó su preocupación por los populismos latinoamericanos, especialmente aquellos con inclinaciones autoritarias.
En entrevistas, foros internacionales y columnas, el escritor peruano criticó lo que llamó “la regresión democrática” en países como Venezuela y Nicaragua, y no tardó en incluir a México en esa lista.
Su última crítica: una advertencia final
En un ensayo publicado en febrero de 2025 en el diario español El País, Vargas Llosa dedicó una sección especial a México. Allí escribió:
“Andrés Manuel López Obrador ha logrado convertir a una democracia vibrante en un aparato vertical, donde la voz presidencial es la única que se escucha con fuerza.”
Y remató:
“Si México sigue por este camino, corre el riesgo de perder las conquistas institucionales que tanto costaron alcanzar.”
Contexto político: ¿por qué golpeó tanto esta crítica?
Una coyuntura tensa
La crítica de Vargas Llosa llegó en un momento clave: el cierre del sexenio de AMLO y el arranque formal del proceso electoral 2024-2025. La polarización se acentuó, y el discurso presidencial —basado en la legitimidad popular y la confrontación con “la élite”— contrastaba frontalmente con la visión liberal del escritor.
El peso simbólico de un Nobel
No era cualquier crítica. Era la voz de un Nobel, de un intelectual cuya figura trasciende ideologías. Por eso, las palabras de Vargas Llosa calaron hondo en el círculo rojo mexicano. Aunque no eran nuevas, su reiteración final —consciente o no de su cercanía con la muerte— les dio una carga casi testamentaria.
¿Quién fue Mario Vargas Llosa para América Latina?
Un defensor de la democracia liberal
Vargas Llosa no solo fue un gigante de la literatura, sino también una figura política influyente. Militante liberal, defensor de las libertades individuales, crítico feroz del autoritarismo de izquierda y de derecha.
Participó activamente en debates clave para la región, y aunque su visión generó polémica, nadie le negó rigor, lucidez y coherencia.
De candidato a disidente
En 1990 fue candidato presidencial en Perú. Perdió contra Alberto Fujimori, pero su paso por la política lo marcó. Desde entonces, adoptó el papel de intelectual vigilante, lejos del poder, cerca de la crítica.
Su legado no solo está en novelas como La ciudad y los perros o Conversación en La Catedral, sino en su insistente defensa del debate democrático.
El eco en México: reacciones, tensiones y silencios
Desde Palacio Nacional
Hasta el cierre de esta edición, el presidente López Obrador no ha emitido comentario alguno sobre la muerte de Vargas Llosa. Su silencio contrasta con la vehemencia con la que respondió a críticas pasadas, cuando lo acusó de ser “un escritor al servicio de las oligarquías”.
En el ámbito cultural y político
Diversos escritores y periodistas mexicanos destacaron la importancia de su última advertencia. Algunos lo calificaron como “la conciencia liberal de América Latina”, otros señalaron que “su crítica a AMLO fue tan firme como justa”.
En redes sociales, el debate se avivó:
- “Vargas Llosa entendió mejor que muchos lo que está en juego en México.”
- “No era mexicano, pero vio lo que muchos prefieren ignorar.”
¿Por qué importa esta crítica en el Caribe Mexicano?
Un eco en la región sur
La crítica de Vargas Llosa no solo apunta a los salones del poder en la Ciudad de México. Su advertencia resuena también en el sur del país, donde los efectos del centralismo y el verticalismo político han sido especialmente visibles.
En estados como Quintana Roo y Yucatán, donde el gobierno federal ha intervenido con megaproyectos como el Tren Maya, se han multiplicado las tensiones entre desarrollo, comunidades locales y decisiones unilaterales.
Para muchos líderes locales, académicos y ciudadanos del Caribe mexicano, la crítica del Nobel se interpreta como un respaldo indirecto a su lucha por participación, transparencia y autonomía territorial.
El legado final: literatura, libertad y lucidez
Mario Vargas Llosa murió a los 88 años, pero su palabra sigue viva. Su última crítica a AMLO no fue un exabrupto, sino la culminación de un pensamiento consistente: el temor a que el poder sin contrapesos se convierta en tiranía.
Es posible estar en desacuerdo con él. Pero ignorarlo sería un error. Su advertencia es también una invitación a la vigilancia ciudadana, al pensamiento crítico, al diálogo democrático.
Una voz incómoda que no se apagó
La muerte de Mario Vargas Llosa marca el fin de una era intelectual en América Latina. Pero sus palabras —especialmente sus críticas— seguirán incomodando al poder.
Su última mirada hacia México no fue de desprecio, sino de preocupación genuina. Lo que hagamos con esa advertencia definirá no solo el legado de un escritor, sino el destino democrático del país.