
En un giro inesperado, la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales de Jalisco, Durango y Nayarit A.C. ha rechazado vehementemente la reciente inscripción de la Ruta Wixárika ante la UNESCO. A pesar de la celebración oficial, esta acción ha encendido un debate crucial sobre la consulta indígena y la apropiación cultural de un Patrimonio Mundial.
La controversia en torno al nombramiento de la ruta wixárika
La Unión Wixárika de Centros Ceremoniales de Jalisco, Durango y Nayarit A.C. ha rechazado categóricamente la reciente inscripción de la Ruta Wixárika por los sitios sagrados a Wirikuta como Patrimonio Mundial de la Humanidad ante la UNESCO. Su principal objeción radica en que el proceso “fue presentada en otro idioma, lo cual dificulta su comprensión para los wixaritari; no hubo consulta al pueblo y se desconocen los alcances de dicha declaratoria”.
Celebración oficial versus desconocimiento indígena
El pasado 12 de julio, durante la 47 sesión del Comité del Patrimonio Mundial en París, la UNESCO decidió otorgar el nombramiento, una acción celebrada por el Consejo Regional Wixárika y el gobierno de México después de casi tres décadas de búsqueda. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el registro como “un acontecimiento muy importante para el pueblo wixárika, para el pueblo de México, pocas veces se reconoce un lugar sagrado de los pueblos originarios vivos”.
Sin embargo, la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales, a través de un pronunciamiento emitido esta semana, enfatizó que la inscripción es completamente ajena a su cultura, cosmovisión y autoridades tradicionales. Para ellos, representa una “apropiación simbólica” de sus ancestrales rutas de peregrinación.
Te puede interesar:Las imágenes de la sonda Parker: descifrando los misterios del …
“El catálogo de [patrimonio Mundial] es un concepto y reconocimiento ajeno al pueblo wixárika, ajeno a nuestras energías, ajeno a nuestros elementos sagrados, ajeno a nuestros mara’akate y consejo de ancianos, ajeno a nuestras futuras generaciones que son nuestros hijos y nuestros nietos”, expresa el documento. La Unión ha alertado que su cultura está siendo “arrebatada” bajo una “falsa promesa de que serán protegidos con máxima legalidad, conservación ecológica, revalorización de los saberes y empoderamiento de los pueblos originarios”, una “protección” que, según afirman, se ejerce mediante personas e instituciones externas.
¿Quién impulsó la candidatura y dónde estuvo la consulta?
La Unión Wixárika ha señalado directamente que la candidatura ante la UNESCO no fue presentada por las autoridades wixaritari ni por sus comunidades. En cambio, fue impulsada por la asociación civil Conservación Humana, en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura. Esto ha llevado a la comunidad a cuestionar enérgicamente: “¿Por qué no se consultó debidamente según lo establece el procedimiento jurídico de forma libre, previa e informada y culturalmente adecuada al pueblo wixárika sobre la inscripción de la ruta wixárika ante la UNESCO?”.
Demandas claras y acciones futuras
Ante esta situación, la Unión ha delineado una serie de acciones y demandas clave:
- Exigencia a la autoridad: En su pronunciamiento, dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al Poder Legislativo, exigieron el respeto a su derecho a la información y a la consulta.
- Transparencia documental: Específicamente, solicitaron al INAH que haga público el expediente técnico completo del proyecto de inscripción.
- Derecho a impugnar: Anunciaron que se reservan el derecho a impugnar el registro ante la UNESCO.
- Control futuro: Como medida preventiva, pidieron que cualquier candidatura venidera ante organismos internacionales sea encabezada exclusivamente por las autoridades tradicionales wixaritari, y no por organizaciones civiles o instituciones del Estado.
La Unión Wixárika ha enfatizado su demanda al Estado mexicano por el respeto pleno a los pueblos wixaritari en la toma de decisiones en materia de patrimonio cultural colectivo originario, en el marco del ejercicio total de sus derechos a la libre determinación y autonomía.
El silencio de una parte del consejo
Consultados sobre el pronunciamiento de la Unión, líderes de comunidades wixaritari de Jalisco, integrantes del Consejo Regional Wixárika, prefirieron no emitir alguna postura. Señalaron que, si en un futuro emiten su opinión al respecto, será después de haber realizado una asamblea comunitaria sobre el tema. Esta disparidad de visiones sobre la inscripción de la Ruta Wixárika ante la UNESCO no solo expone un profundo dilema de consulta y autonomía indígena, sino que también plantea la pregunta central: ¿Puede un patrimonio ser verdaderamente mundial sin el consentimiento y la plena participación de sus custodios originarios?