Por Sergio R. Caballero
Tulum no solo es un emblema de la cultura maya, sino que también fue escenario de la Guerra de Castas, que para muchos dio origen a lo que hoy es Quintana Roo.
Pero en Morena, que dice defender la dignidad de los pueblos originarios, se sigue viendo Tulum como tierra de conquista, como sitio de ocupación… o algo peor.
Hace unos días trascendió que un tal Enrique Vázquez Navarro se perfila como el principal aspirante a la presidencia municipal de Tulum.
Vázquez Navarro es diputado federal, llegó por la vía plurinominal como suplente. Nació en Ciudad de México y no tiene mayor experiencia política.
Como miembro del Congreso mexicano presume ser “el diputado más joven en la historia del país”. Oficialmente se le ubica como representante de Quintana Roo en San Lázaro, pese a que antes de tomar protesta pocos lo ubicaban en la entidad.
En realidad, se insertó en Quintana Roo en el sexenio de Carlos Joaquín, de la mano de la entonces presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien fungió como puente entre el partido guinda y el prianismo joaquinista.
Y, de hecho, su principal virtud son sus “padrinos” y “madrinas”.
Y así, ni más ni menos, casi sin avisar, este domingo rindió su primer informe como diputado —como “Kike” Vázquez. Y no escogió Chetumal, la capital del estado, ni Cancún, la ciudad más poblada de la entidad.
Kike Vázquez escogió Tulum, y las razones son evidentes.
Más que un informe, se trató del lanzamiento de su precandidatura, lo cual tampoco es novedad: también lo han usado como marco otros legisladores federales que tienen la mira puesta en 2027.
Por supuesto, un perfil como el de Vázquez Navarro no es lo que requiere Tulum.
Pero más que por su contenido —del que no había gran expectativa— el informe lució por los invitados: Josefina Rodríguez, secretaria de Turismo; Marcelo Ebrard; Ricardo Monreal; Pedro Haces; del lado de Morena… y Manuel Velasco, y hasta el fiscal Raciel López, del lado del PVEM. Casi todos personajes del Altiplano con solo intereses inconfesables en el Caribe.
Se trata de la arremetida de un grupo de políticos que ven en Tulum su tierra prometida. Muchos, como colonizadores que van a expropiar o a exfoliar lo queda este destino.
“Kike” Vázquez es solo la careta de intereses inconfesables, de peor calaña, que suponen que con el membrete de Morena pueden hacer lo que se les antoje en Tulum, en Quintana Roo y en todo México.
¿Y qué culpa tienen los tulemnenses?
*Colaboración de hoy lunes en el noticiero “Buenos Días con Arturo Medina”










