Este análisis, basado en información de funcionarios familiarizados con las conversaciones, examina la postura creciente del presidente Donald Trump hacia el uso de activos militares estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes. Observamos un cambio significativo en su pensamiento, mostrando reticencia a la solución diplomática, aunque se mantiene una apertura condicionada a concesiones iraníes.
El giro en la postura de Trump
Según dos funcionarios familiarizados con las conversaciones en curso, el presidente Donald Trump se muestra cada vez más receptivo al uso de fuerzas militares estadounidenses para atacar instalaciones nucleares iraníes. Esta postura más agresiva representa un giro significativo en su pensamiento previo, en contraste con una reticencia a la idea de una solución diplomática ante el creciente conflicto entre Teherán e Israel.
Aunque las fuentes indican que el mandatario sigue abierto a la solución diplomática, esta posibilidad depende de que Irán haga concesiones significativas.
Declaraciones y actividad en redes sociales
Durante el fin de semana y el lunes, las conversaciones en el Gobierno de Trump buscaron encontrar una solución diplomática como vía de escape. Sin embargo, Trump indicó el martes por la mañana que su paciencia se agotaba.
Declaró a periodistas a bordo del Air Force One, durante su regreso de la cumbre del Grupo de los 7 en Canadá: “No estoy de humor para negociar con Irán”. Añadió que su objetivo en Irán era “un fin, un fin real, no un alto el fuego”, o en caso contrario “una rendición total”. Posteriormente, insistió en Truth Social escribiendo: “¡RENDICIÓN INCONDICIONAL!”. También dijo que Estados Unidos conocía la ubicación del líder supremo de Irán, pero no lo mataría “por ahora”.
En una serie de publicaciones en redes sociales del martes, Trump se mostró más combativo y usó la palabra “nosotros” para describir la acción militar. Escribió: “Ahora tenemos el control total y completo de los cielos de Irán”. Y añadió: “Irán tenía buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos… pero no se comparan con los ‘materiales’ fabricados, concebidos y fabricados en Estados Unidos”.
En otra publicación, usó la primera persona del plural para referirse a la ubicación del líder supremo: “Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”.
Presiones internas y externas
Tras el repentino regreso de Trump a Washington el martes, su vicepresidente ofreció una señal: dijo que Trump estaba considerando tomar medidas ofensivas para eliminar las instalaciones nucleares de Irán.
J. D. Vance publicó en X que el presidente “podría decidir que necesita tomar más medidas para poner fin al enriquecimiento iraní. Esa decisión, en última instancia, le corresponde al presidente”.
Trump se reunió el martes con su equipo de seguridad nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca. Israel ha presionado a Trump para que se involucre más en su campaña contra las instalaciones nucleares de Irán, lo que, según altos funcionarios del país, requeriría armas y aviones estadounidenses.
Hasta el martes, el presidente había ofrecido poca claridad. Voces fuertes dentro de su propio partido no quieren que Estados Unidos sea arrastrado a otro conflicto. Trump se había mostrado reticente a actuar directamente en nombre de Israel más allá del apoyo defensivo e inteligencia. Vance intentó responder a las preocupaciones de miembros de la base de Trump sobre una escalada del conflicto.
“Y, por supuesto, la gente tiene razón en preocuparse por la implicación extranjera después de los últimos 25 años de una política exterior absurda”, escribió Vance, abordando la división entre conservadores sobre si ayudar a Israel o evitar otra guerra.
Esfuerzos diplomáticos en la región
En los últimos meses, el Gobierno de Trump dependió de los omaníes para intercambiar mensajes con funcionarios iraníes y facilitar cinco rondas de negociaciones para un posible acuerdo nuclear. Sin embargo, la táctica cambió cuando Israel inició su operación contra las instalaciones nucleares.
Trump ordenó al enviado especial Steve Witkoff intentar reunirse con funcionarios iraníes pronto. El Gobierno contactó a una amplia gama de actores regionales para que Irán regrese a la mesa. Según fuentes, esto incluyó a:
- Cataríes
- Egipcios
- Saudíes
- Turcos
“No se trata solo de los omaníes, sino de todos. Todos están trabajando”, declaró un diplomático regional. “Witkoff está enviando mensajes de texto a todos”. Pero hasta el martes por la mañana, estos intentos no habían dado resultados. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán declaró a CNN no tener información sobre conversaciones previstas.
Funcionarios del Gobierno de Trump monitorean las comunicaciones de Israel sobre intensificar ataques ofensivos en los próximos días. Un funcionario afirmó que estas señales fueron un factor tras la orden de Trump del lunes para que residentes de Teherán evacuaran.
Voces clave en la decisión
En una llamada telefónica privada el lunes, el senador Lindsey Graham instó a Trump a comprometerse a fondo para poner fin al programa nuclear iraní, incluyendo el uso de poderío militar. “Le dije, señor presidente: ‘Este es un momento histórico. Cuatro presidentes han prometido que no conseguirán un arma nuclear bajo su mandato. Puede cumplir esa promesa’”, declaró el republicano de Carolina del Sur un día después.
Graham dejó claro a Trump que quiere que Estados Unidos intervenga con recursos militares, junto a los de Israel. “Si se necesitan bombas, bombas antibúnkeres, que así sea. Si necesitamos apoyar a Israel, que así sea. Las consecuencias de no hacerlo bien son enormes”, declaró Graham a la prensa.
Detalles sobre posible acción militar
Aún no está claro si el presidente apoyará a Israel para eliminar la capacidad nuclear de Irán. Fuentes familiarizadas con las conversaciones tras bastidores afirman que la posibilidad está sobre la mesa, especialmente si los iraníes no buscan una solución proactivamente. Un funcionario de la Casa Blanca afirmó que Trump comprende ambas posturas, pero cree que sus declaraciones sobre que Irán no puede tener un arma nuclear justifican cualquier acción.
Al regresar a la Casa Blanca el martes por la mañana, Trump publicó un mensaje de su embajador en Israel, Mike Huckabee, que lo animaba a estar abierto a la intervención divina.
Trump ha dicho antes que Irán debe abandonar su programa nuclear y el martes alegó que Irán estaba “muy cerca” de desarrollar un arma nuclear, a pesar de que sus propios jefes de inteligencia afirmaban que no es inminente.
Preguntado en el Air Force One si hay garantía de que las bombas estadounidenses puedan alcanzar y destruir los búnkeres iraníes, Trump respondió: “No hay ninguna garantía”. Advirtió a Irán que atacar a militares estadounidenses en la región causaría una escalada drástica: “Bajaremos tan fuerte, que será sin guantes”.
El presidente Trump muestra una creciente disposición a considerar la acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes, según fuentes cercanas a las conversaciones. A pesar de los intentos diplomáticos en curso, sus recientes declaraciones y actividad en redes sociales sugieren un agotamiento de la paciencia para negociar, mientras aumentan las presiones internas y externas, y se consideran las implicaciones de un posible conflicto.
