
Una pausa con dedicatoria: Trump suaviza su guerra comercial… salvo con China
En un giro inesperado, Donald Trump pausó por 90 días la aplicación de nuevos aranceles para más de 75 países, excluyendo a China, a la que golpeará con una tarifa de 125%. La decisión provocó alivio en los mercados, pero también sembró dudas sobre la estabilidad de su política comercial.
Trump impone tregua arancelaria, pero endurece castigo contra China
Una jugada de alto riesgo con efectos globales
Donald Trump sorprendió al mundo al anunciar una pausa de 90 días en los aranceles para decenas de países que accedieron a negociar. En contraste, China enfrentará un castigo arancelario del 125%, confirmando su rol como antagonista principal en la agenda económica de Washington.
Aunque el mandatario se atribuyó el éxito de esta estrategia, lo cierto es que los mercados financieros ya mostraban síntomas de tensión.
“Estos países nos están llamando, besando mi trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo”, dijo Trump sin rodeos en una cena republicana.
Más allá de las formas, el fondo revela una táctica que mezcla presión económica con espectáculo político.
El impacto económico: alivio en mercados, presión en socios
Reacción de los mercados y señales contradictorias
Tras el anuncio, los mercados globales reaccionaron con entusiasmo. El día cerró con las mejores cifras bursátiles desde 2020. El propio Trump lo celebró diciendo que “el mercado de bonos está bonito”, aunque horas antes admitía preocupación.
- Wall Street recuperó terreno perdido.
- Se detuvo el desplome en bolsas europeas y asiáticas.
- El alivio fue palpable entre senadores republicanos.
Aun así, la incertidumbre persiste. El hecho de que no se haya publicado la lista oficial de países beneficiados por la tregua alimenta el escepticismo. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, defendió la medida como una estrategia “valiente” que generó apalancamiento para EE.UU., pero ni él ofreció claridad total.
México, Canadá y el T-MEC: ¿en pausa o en la mira?
El caso mexicano: presión para reubicar inversiones
Para México, la tregua no representa un alivio inmediato. Los aranceles a sectores clave como acero, aluminio y automóviles siguen vigentes fuera del marco del T-MEC. Trump fue claro al afirmar que su meta es repatriar fábricas desde México y Canadá:
“Tuvimos tres cancelaciones de fábricas en México. Todos vienen de regreso a EE.UU.”, afirmó con tono triunfalista.
Esto pone presión directa sobre sectores estratégicos del país, al tiempo que manda señales mixtas a inversionistas internacionales.
China: el blanco favorito de la Casa Blanca
El 125% como símbolo de castigo político
La narrativa más agresiva se reservó para China. El nuevo arancel del 125% simboliza no solo un castigo económico, sino un mensaje político. Trump acusa a Pekín de no respetar las reglas del mercado global.
Aunque horas después matizó diciendo que China quiere negociar, el tono beligerante persiste.
Analistas advierten que esta escalada puede tener efectos prolongados:
- Mayor tensión en cadenas de suministro globales.
- Impacto en sectores tecnológicos.
- Posibles represalias comerciales.
Tregua o estrategia electoral
Aunque la suspensión temporal de aranceles se presenta como una victoria estratégica, no disipa la volatilidad ni garantiza acuerdos reales. Para países como México, la presión persiste. Para China, el pulso apenas comienza.
La pregunta de fondo sigue en el aire: ¿es esta pausa una muestra de pragmatismo económico o parte de la campaña anticipada de Trump por la reelección?.