Washington, 11 de agosto de 2025. A solo horas de un virtual embargo comercial, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que prorroga la crítica tregua arancelaria con China por 90 días, aplazando una escalada de aranceles que amenazaba el ya contraído intercambio bilateral. Esta prórroga de la tregua arancelaria con China redefine el delicado pulso económico global.
La decisión in extremis y sus implicaciones inmediatas
La orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a pocas horas de que los aranceles estadunidenses sobre los productos chinos volvieran a tasas de tres dígitos, extiende el actual compás de espera comercial por otros 90 días. Una tregua arancelaria entre Pekín y Washington expiraba el martes, lo que habría disparado los aranceles estadunidenses sobre los productos chinos hasta 145 por ciento y los chinos sobre los estadunidenses a 125 por ciento, cifras que equivaldrían a un virtual embargo comercial.
La decisión de prorrogar la tregua se tomó tras una respuesta sin compromiso de Trump a los periodistas, un día después de que instara a Pekín a cuadruplicar sus compras de soya estadunidense. En rueda de prensa, el mandatario estadounidense se mostró optimista sobre la relación bilateral. “Veremos qué pasa”, dijo Trump cuando se le preguntó cómo pensaba ampliar el plazo. “Han estado tratando bastante bien. La relación es muy buena con el presidente Xi (Jinping) y conmigo”.
Antecedentes de la tregua: Ginebra y la primera reducción arancelaria
La actual tregua arancelaria tuvo su origen en mayo de 2025, cuando Pekín y Washington sostuvieron negociaciones comerciales y económicas de alto nivel en la ciudad suiza de Ginebra. En aquel encuentro, ambas potencias acordaron una reducción arancelaria inicial de 115 por ciento, también por un plazo de 90 días.
Como resultado de esas negociaciones, Washington bajó sus aranceles para los productos chinos de un 145 por ciento a un 30 por ciento. Paralelamente, Pekín redujo los suyos para las mercancías estadunidenses de un 125 por ciento a un 10 por ciento.
La realidad del intercambio comercial: Cifras que alarman
Más allá de los acercamientos diplomáticos, la Administración General de Aduanas de la nación asiática ha revelado cifras preocupantes sobre el intercambio comercial bilateral. Entre enero y junio de 2025, el comercio entre Estados Unidos y China se contrajo un 10.4 por ciento respecto al primer semestre del año anterior, situándose en los 289 mil 361 millones de dólares.
Esta contracción contrasta significativamente con el año previo. En 2024, el intercambio comercial entre las dos economías más grandes del planeta se incrementó un 3.7 por ciento frente al año anterior, totalizando los 688 mil 280 millones de dólares. La brecha en el crecimiento refleja el impacto de las tensiones comerciales en la dinámica de las cadenas de suministro globales.
Esta nueva prórroga ofrece un respiro temporal, pero los datos de la contracción comercial evidencian la urgencia de acuerdos más profundos. El círculo rojo observa con lupa si este compás de espera se traducirá en soluciones duraderas o si solo pospone una inminente escalada de tensiones económicas globales.