El tablero geopolítico se ha tensado abruptamente. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ordenó este jueves probar de inmediato el arsenal nuclear estadounidense, citando programas de otros países. Esta decisión, con graves implicaciones globales, coincidió con su llegada a Corea del Sur para reunirse con el líder chino, Xi Jinping, en medio de delicadas negociaciones comerciales.
La reactivación de las pruebas nucleares
El presidente Trump utilizó su red social Truth Social para anunciar que había instruido al “Departamento de Guerra” para que iniciara las pruebas de las armas nucleares de Estados Unidos “en igualdad de condiciones” respecto a los programas de otros países. El proceso, según el mandatario, comenzará de inmediato.
Trump justificó la medida basándose en la superioridad bélica y el trabajo realizado durante su administración anterior. “Estados Unidos posee más armas nucleares que cualquier otro país”, aseveró, señalando que esto se logró mediante una “completa modernización y renovación del arsenal existente” durante su primer mandato.
La justificación: Rusia y el equilibrio de poder
El presidente estadounidense explicó que la dificultad de tomar la decisión sobre las pruebas se debió al “tremendo poder destructivo” del armamento, pero insistió en que no tuvo otra opción. También ofreció un análisis sobre la situación armamentística global:
- Estados Unidos ocupa el primer lugar en posesión de armas nucleares.
- Rusia se ubica en el segundo puesto.
- China está en un distante tercer lugar, aunque Trump predijo que la situación “se igualará en cinco años”.
El telón de fondo de Moscú: misiles Yars y Sineva
El anuncio de Trump sobre las pruebas nucleares llegó pocos días después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, dirigiera maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares de su país.
Estos ejercicios, calificados como “rutinarios” por Putin, se llevaron a cabo el pasado 22 de octubre desde el Kremlin e incluyeron el lanzamiento de varios proyectiles estratégicos:
- Misil Balístico Intercontinental Yars: Lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk (casi 800 kilómetros al norte de Moscú), el Yars tiene hasta 12,000 kilómetros de alcance y tuvo como destino el polígono de Kura, ubicado en la península de Kamchatka, a más de 6,000 kilómetros de la zona de lanzamiento.
- Misil Balístico Sineva: Fue disparado por el submarino nuclear Briansk desde el mar de Barents.
- Misiles de Crucero: Disparados por varios bombarderos estratégicos Tu-95C que participaron en las maniobras.
Esos ejercicios rusos tuvieron lugar tras un contexto diplomático tenso, luego de que la cumbre ruso-estadounidense en Budapest fuera aplazada. Moscú había descartado un cese de las hostilidades en Ucrania, establecido como condición para la reanudación de las negociaciones de paz.
Tensión en Asia: la cumbre de Trump y Xi Jinping
Paradójicamente, la orden de escalar las tensiones nucleares coincidió con la agenda diplomática de alto nivel del presidente Trump en Asia.
Este jueves, Donald Trump llegó al aeropuerto internacional de Gimhae en la ciudad meridional de Busan, Corea del Sur, para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping. Trump, que se desplazó en helicóptero desde la próxima ciudad de Gyeongju (donde se celebra la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, APEC), aterrizó alrededor de las 10:15 hora local. Xi Jinping, quien viajó desde Pekín, arribó en un avión de Air China poco después, según reportes de la Casa Blanca y la agencia oficial Xinhua.
Este encuentro es el primero entre ambos mandatarios desde que el republicano regresó a la Casa Blanca y se da en medio de fuertes tensiones comerciales que buscan ser aliviadas.
El acuerdo preliminar de Kuala Lumpur
La reunión entre Trump y Xi se realiza pocos días después de avances significativos en las negociaciones comerciales bilaterales.
Representantes comerciales de ambos países acordaron un “acuerdo preliminar” el domingo, en Kuala Lumpur, Malasia. Este fue la quinta ronda de negociaciones celebrada desde abril. No se conocen los detalles específicos de dicho acuerdo preliminar, pero se espera que los dos mandatarios extiendan la tregua arancelaria, la cual está programada para vencer el próximo noviembre.
La dualidad entre la amenaza nuclear y la diplomacia comercial urgente subraya la compleja y precaria estrategia geopolítica de Estados Unidos: escalada militar inmediata como respuesta a Rusia, mientras simultáneamente busca estabilizar el comercio con China. ¿Podrá la tregua arancelaria negociada en Busan sobrevivir al incremento de la militarización global impulsada por el propio presidente Trump?






