
El presidente de Estados Unidos ha fijado un plazo de Trump a Irán para evitar una posible acción militar. Indicó que Teherán dispone de un máximo de dos semanas para cambiar de rumbo, sugiriendo que una decisión sobre potenciales ataques aéreos podría tomarse incluso antes de ese límite.
Ultimátum y descarte de negociaciones
La Casa Blanca ha sido clara respecto al plazo concedido a Irán. Se ha señalado que un periodo máximo de dos semanas es el tiempo disponible para que la nación persa demuestre un cambio. El objetivo declarado es que “recuperen el sentido común”.
La posibilidad de una intervención militar en apoyo a Israel, que previamente se había enmarcado “dentro de las próximas dos semanas” con una “posibilidad sustancial de negociaciones”, ahora se presenta con la potencialidad de una decisión anticipada si no se observan avances significativos.
Diálogo europeo sin éxito
Se ha descartado el éxito de las conversaciones iniciadas entre potencias europeas (Alemania, Francia, Reino Unido, Unión Europea) e Irán en Ginebra. El argumento es que estas negociaciones “no ayudaron” y que Irán prefiere el diálogo directo con Estados Unidos.
Según esta visión, Europa no está en posición de mediar eficazmente en la situación actual. La postura es que si bien había una ventana para el diálogo, las recientes señales indican una falta de progreso hacia el desmantelamiento del programa nuclear iraní.
Ataques israelíes y respuesta iraní
El contexto de este ultimátum se sitúa tras una campaña de ataques aéreos lanzados por Israel contra Irán, justificados por la cercanía de Teherán al arma nuclear. Irán ha respondido a estas acciones con lanzamientos de misiles y drones, elevando la tensión en la región.
Al ser consultado sobre la posibilidad de pedir a Israel que cese sus ataques, como ha solicitado Irán, se consideró “muy difícil hacer esa solicitud en este momento”. La evaluación es que, si “alguien está ganando”, es más complicado realizar dicha petición que si estuviera en una posición de desventaja. Sin embargo, se afirmó estar “listos, dispuestos y capacitados” y en comunicación con Irán.
El plazo de Trump a Irán de dos semanas, con la advertencia de acción militar anticipada y el descarte de la vía diplomática europea, marca un momento crítico en las tensiones geopolíticas, manteniendo abierta la posibilidad de ataques aéreos si no hay un cambio percibido por parte de Teherán.