Washington ha escalado su estrategia contra el narcotráfico. El presidente Donald Trump declaró a los cárteles de la droga del Caribe como “combatientes ilegales”, un movimiento que Estados Unidos califica de “conflicto armado no internacional”. La decisión, revelada en un memorando del gobierno, redefine la confrontación.
La nueva definición: «combatientes ilegales» y conflicto armado
El jueves 2 de octubre de 2025, la capital estadunidense fue escenario de una noticia trascendental: el presidente Donald Trump declaró formalmente a los cárteles de la droga que operan en el Caribe como “combatientes ilegales”. Esta designación, según un memorando del gobierno de Trump obtenido por The Associated Press, sitúa a Estados Unidos en un “conflicto armado no internacional”.
Una imagen del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizando un gesto con el puño en la Casa Blanca el 29 de septiembre de 2025 (Foto Xinhua / Archivo Ap), precede la noticia oficial. Funcionarios del Pentágono notificaron al Congreso sobre esta significativa designación el pasado miércoles 1 de octubre, según indicó un funcionario estadunidense familiarizado con el asunto, quien no estaba autorizado a hacer comentarios públicos.
Acciones en el terreno: vigilancia y ataques confirmados
Esta declaración surge en un contexto donde Estados Unidos ya ha manifestado su intención de «vigilar» el narcotráfico vía terrestre, especialmente después de reportes de ataques en el Caribe. La estrategia apunta a una intensificación de la presencia y operaciones antidroga en la región.
La República Dominicana, por su parte, confirmó que Estados Unidos atacó una lancha con drogas en sus costas. Este hecho concreto subraya la materialización de las operaciones militares que acompañan la nueva categorización de los cárteles. Las palabras clave que definen esta postura son: cárteles de la droga caribe, eu combatientes ilegales, donald trump y conflicto armado no internacional.
Un panorama geopolítico convulso
Mientras Washington redefine su postura frente a la criminalidad transnacional, otras tensiones internacionales captan la atención global. En Europa, se observa una escalada en la demanda de compra de armas a Estados Unidos. El presidente ruso, Vladímir Putin, refutó estas acusaciones, calificándolas de «juego peligroso» que podría escalar a conflictos armados y «dañar las relaciones entre Moscú y Washington».
En América Latina, el gobierno peruano, bajo la presidencia de Dina Boluarte, ha extendido un llamado al diálogo tras un paro de transportistas motivado por la inseguridad. Boluarte instó: «Los invito a ese diálogo, depongamos la medida de fuerza, que se restablezca el servicio de transporte».
Asimismo, Venezuela denunció el sobrevuelo de aviones de combate de Estados Unidos cerca de sus costas. Las autoridades venezolanas expresaron que «¿qué indica eso? Son aviones de combate que el imperialismo norteamericano se ha atrevido a acercarse a las costas venezolanas», lo que añade una capa de tensión a la dinámica regional.
La decisión de Trump marca un precedente en la lucha contra el crimen organizado transnacional. ¿Estamos presenciando una nueva era de intervencionismo militar en nombre de la seguridad, o es esta una declaración necesaria para enfrentar la creciente amenaza de los cárteles en el Caribe y más allá?