El presidente Donald Trump ha tomado una decisión trascendental para el futuro deportivo de Estados Unidos. La creación de una fuerza de trabajo dedicada a los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles marca un hito en la preparación de este magno evento global.
Establecimiento oficial de la fuerza de trabajo olímpica
El presidente Donald Trump estableció una fuerza de trabajo específica para los Juegos Olímpicos de 2028, que se realizarán en la ciudad de Los Ángeles. La Casa Blanca informó que Trump formalizará esta iniciativa al firmar una orden ejecutiva el martes 5 de agosto de 2025, haciendo oficial la constitución del grupo.
Un legado deportivo en Los Ángeles
Los Juegos de 2028 representan un acontecimiento histórico para Estados Unidos, ya que serán los primeros Juegos Olímpicos organizados por el país desde los Juegos de Invierno de 2002 en Salt Lake City, Utah. La trascendencia de este evento fue destacada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien afirmó en un comunicado que Trump «lo considera un gran honor supervisar este espectáculo deportivo global». Leavitt calificó los deportes como una de las «mayores pasiones» del presidente.
Por su parte, Casey Wasserman, presidente y director de LA28, subrayó la importancia de la nueva fuerza de trabajo. Según Wasserman, esta «marca un paso importante en nuestros esfuerzos de planificación y refleja nuestro compromiso compartido de ofrecer no solo los Juegos más grandes, sino los mejores que el mundo haya visto en el verano de 2028».
La visión de Trump: 2026 y 2028
Junto con los Juegos de Verano de 2028, el presidente Trump ha manifestado que la Copa Mundial de fútbol 2026, organizada conjuntamente por Estados Unidos, Canadá y México, figura entre los eventos que más espera presenciar durante su segundo mandato.
Seguridad en el horizonte: La Copa Mundial 2026
En preparación para el torneo del próximo año, los gobiernos de los tres países anfitriones anunciaron el martes que habían celebrado la primera reunión de un consejo de coordinación trilateral. Este consejo, compuesto por funcionarios gubernamentales, líderes de la industria y profesionales de seguridad, se reunió para discutir una variedad de temas críticos, incluida la preparación ante cualquier amenaza de seguridad antes del Mundial. Esta colaboración busca cerrar brechas de política y tecnología que podrían afectar la capacidad de los tres países para reaccionar ante riesgos emergentes, con un especial enfoque en la prevención de amenazas con aeronaves no tripuladas.
La conjunción de estos megaeventos deportivos, bajo la supervisión directa de la Casa Blanca, no solo augura un espectáculo de magnitud global, sino que también plantea interrogantes sobre los desafíos de coordinación y seguridad que implicará para la administración presidencial. ¿Está Estados Unidos preparado para albergar dos de los eventos más grandes del planeta con la meticulosidad que exigen?