
Harvard bajo fuego: Trump desata nueva ofensiva fiscal
“Vamos a quitarle a Harvard su estatus de exención de impuestos. ¡Es lo que se merecen!” Con esta frase, Donald Trump reactivó un conflicto con implicaciones profundas para la política educativa, fiscal y legal de Estados Unidos. En el centro de la tormenta: Harvard, una de las universidades más poderosas del mundo.
El conflicto entre Trump y Harvard: ideología, poder y castigo
Una ofensiva que va más allá de los impuestos
La amenaza lanzada por el expresidente Trump de retirar la exención de impuestos a la Universidad de Harvard no es un episodio aislado. Forma parte de una cruzada política más amplia que busca castigar a las instituciones académicas que, según Trump, promueven una agenda “marxista”, “antiestadounidense” y de “izquierda radical”.
Desde que asumió nuevamente la presidencia en enero, Trump ha utilizado el aparato del gobierno para golpear a las universidades de élite. Entre las medidas tomadas se incluyen:
- Congelación de financiamiento federal para investigación.
- Revocación de visas estudiantiles.
- Investigaciones a centros educativos.
- Campañas discursivas contra lo que llama “doctrina antisemita e ideológica”.
Harvard ha sido el blanco predilecto de estos ataques, símbolo de una supuesta élite académica que, según Trump, se ha alejado de los valores estadounidenses.
Harvard responde: “es ilegal y peligroso”
La respuesta de Harvard no se hizo esperar. A través de un comunicado oficial, la institución calificó la amenaza como un “abuso ilegal del código tributario”. Recordó que la ley federal prohíbe expresamente al presidente, vicepresidente o funcionarios de la Casa Blanca influir en las acciones del Servicio de Impuestos Internos (IRS).
Además, Harvard ya ha emprendido acciones legales contra el Gobierno por la paralización de fondos federales y otras políticas que afectan la autonomía universitaria. La universidad se ha unido a más de 200 rectores de instituciones en una protesta nacional contra la intervención ideológica en la educación superior.
¿Puede el presidente quitar la exención fiscal a una universidad?
El marco legal
El estatus de exención fiscal de universidades como Harvard está protegido por el código del IRS, específicamente bajo la clasificación 501(c)(3), que ampara a organizaciones sin fines de lucro. Para que se retire esta condición, deben demostrarse violaciones claras como uso indebido de fondos o participación directa en campañas políticas.
La ley prohíbe explícitamente que el presidente ordene o influya en investigaciones del IRS. Cualquier intento en esa dirección podría constituir una violación de las normas de independencia institucional y de separación de poderes.
¿Y si lo intenta?
Aunque el presidente no puede directamente ordenar una auditoría o revocar beneficios fiscales, sus declaraciones públicas tienen peso político. En la práctica, puede presionar a sus aliados dentro del aparato estatal para que inicien procesos que debiliten a sus adversarios. Este patrón de comportamiento ha sido observado repetidamente durante su administración anterior.
Educación superior y polarización en EE.UU.
Harvard como símbolo de la “izquierda intelectual”
Harvard, con su historia centenaria, su influencia global y su perfil liberal, representa todo lo que el trumpismo busca desafiar. El conflicto va más allá del ámbito tributario: es un choque cultural entre dos visiones de país. De un lado, una élite académica que defiende el pensamiento crítico, la ciencia y la inclusión; del otro, una corriente política que percibe esas posturas como amenazas a los valores tradicionales y la soberanía nacional.
La guerra cultural como estrategia de poder
Trump ha capitalizado el resentimiento contra las élites como parte central de su estrategia política. Al apuntar contra Harvard, no solo agita a su base, sino que refuerza la narrativa de que las instituciones están cooptadas por intereses ajenos al “pueblo estadounidense”.
Este tipo de retórica es eficaz para movilizar votantes, especialmente en contextos electorales, pero sus efectos en el tejido institucional son preocupantes. Deslegitimar a las universidades puede tener consecuencias a largo plazo en la credibilidad del conocimiento científico, la libertad de cátedra y la autonomía educativa.
¿Qué está en juego para México y el Caribe?
Ecos en la región
Aunque el conflicto ocurre en Estados Unidos, su impacto trasciende fronteras. Harvard tiene múltiples vínculos académicos con instituciones mexicanas y del Caribe, incluyendo programas de investigación, becas y colaboraciones internacionales. Una eventual pérdida de exención fiscal podría afectar su capacidad de financiamiento y cooperación global.
Además, el precedente de usar el aparato fiscal para castigar a centros de pensamiento crítico envía un mensaje inquietante a países donde la autonomía universitaria ya está bajo presión.
Una advertencia para las democracias
La situación también es un llamado de atención para las democracias latinoamericanas. Si en una potencia como EE.UU. se intenta instrumentalizar al IRS para fines políticos, ¿qué frenos existen en sistemas institucionales más frágiles?
Harvard como campo de batalla ideológico
La amenaza de Trump de quitar la exención de impuestos a Harvard no es un gesto aislado ni simbólico. Es parte de un modelo autoritario que busca doblegar a las instituciones que contradicen la narrativa oficial. En este conflicto se cruzan la autonomía universitaria, el estado de derecho y la salud democrática.
La universidad, por su parte, resiste con base en la ley y en su prestigio global. Pero el riesgo persiste: la erosión institucional no siempre es rápida ni violenta, a veces comienza con una amenaza en redes sociales y una presión fiscal velada.
En la pugna entre ideología y legalidad, Harvard se convierte en el epicentro de una batalla que definirá el futuro de la educación superior en Estados Unidos… y quizás más allá.