La Paz, BCS. El 16 de septiembre de 2025, una tromba de intensidad sin precedentes golpeó Baja California Sur, dejando la carretera transpeninsular cortada y sumiendo al poblado de San Ignacio en una crisis por inundaciones. La magnitud del evento exige una respuesta inmediata y coordinada ante el desafío institucional.
El devastador impacto de la tromba en san ignacio
Una tromba provocó el corte de la carretera transpeninsular en el kilómetro 82, donde una pipa de gas quedó colgada. Las calles y casas del poblado de San Ignacio, principalmente en las colonias Paredones y Piedras Negras, fueron inundadas por la crecida inusitada de los arroyos. La presidenta municipal de Mulegé, Edith Aguilar Villavicencio, informó que, afortunadamente, no se corre riesgo por la pipa de gas hasta el momento.
La intensidad de las lluvias del martes fue calificada como intempestiva e histórica por la alcaldesa, quien destacó que jamás en San Ignacio se había registrado tal magnitud. Los arroyos arrastraron vehículos e inundaron calles y viviendas de colonias donde normalmente el agua no llega.
La respuesta institucional y el esfuerzo de recuperación
Tras el cese de las lluvias, se activó de inmediato la respuesta institucional. Maquinaria de la Junta Estatal de Caminos y de las fuerzas armadas se trasladó al kilómetro 82 para habilitar un paso provisional. Gracias a estas acciones, este miércoles ya es posible circular con precaución.
Asimismo, elementos de la Cruz Roja se encuentran en camino para brindar atención médica de emergencia a la población damnificada. El ayuntamiento ha ofrecido a los afectados resguardo en albergues y hoteles, respaldando esta asistencia de manera integral.
En un acto de solidaridad, los bailes programados con motivo de las fiestas patrias en Mulegé fueron suspendidos, realizándose únicamente los eventos cívicos en las demás comunidades del municipio. Adicionalmente, el ayuntamiento y el Sistema Municipal DIF abrieron un centro de acopio en la plaza pública de San Ignacio. Este busca recibir todo tipo de apoyo, tanto de las autoridades gubernamentales como de la población civil, en respaldo a los damnificados. Aunque el número total de afectados no ha sido determinado, la alcaldesa aclaró que, por fortuna, no se reportan lesionados ni decesos a causa de la tromba.
La inesperada furia de la naturaleza ha puesto a prueba la capacidad de respuesta en Baja California Sur. Mientras la comunidad de San Ignacio inicia su recuperación, el incidente subraya la urgente necesidad de evaluar los protocolos de emergencia y la infraestructura ante fenómenos climáticos cada vez más impredecibles.