Texas: la intrincada batalla electoral que desafía el control republicano

En una escalada sin precedentes, legisladores demócratas desafían a Trump y Abbott en la **batalla electoral texas** por la manipulación de mapas.
Texas: la intrincada batalla electoral que desafía el control republicano

Cincuenta legisladores demócratas de Texas han desatado una confrontación política de alcance nacional, al obstaculizar la exigencia del presidente Donald Trump de manipular las leyes electorales estatales. Esta batalla electoral texas busca mantener el control de Washington, intensificando la disputa a niveles sin precedentes.

La ofensiva republicana y el ‘gerrymandering’

La confrontación fue detonada por la solicitud de Donald Trump para que los republicanos de Texas redibujaran el mapa de los distritos electorales. El objetivo es aumentar en cinco las curules del Congreso federal bajo control republicano. En Estados Unidos, el redibujo de distritos electorales, conocido como «gerrymandering», es una práctica histórica utilizada para negar representación efectiva a minorías, especialmente afroestadounidenses, y a los sectores más vulnerables.

Como respuesta al movimiento pro derechos civiles de los años 60, el Congreso federal aprobó legislación para limitar esta manipulación y asegurar los derechos al voto en todo el país. Sin embargo, en 2013, partes claves de esta ley fueron anuladas, reabriendo la puerta a estas prácticas.

El consenso entre analistas políticos es que el Partido Republicano de Trump enfrenta una alta probabilidad de perder su mayoría en el Congreso federal en los comicios intermedios de 2026. Es por ello que la alteración del mapa electoral de Texas se convierte en una pieza clave de su estrategia. El ex diputado texano y ex candidato a gobernador demócrata Beto O’Rourke explicó la urgencia de la situación: «Trump intenta robarse estas cinco curules en Texas, ya que sin ellas, él perderá la mayoría en la Cámara de Representantes».

Resistencia demócrata: el jaque al quórum

Los esfuerzos del gobernador republicano Greg Abbott y los legisladores estatales para aprobar los nuevos mapas electorales han sido frustrados. Esto se debe a la imposibilidad de proceder sin quórum, el número mínimo de legisladores presentes en el Congreso estatal. Unos 50 legisladores demócratas abandonaron el estado precisamente para frenar el procedimiento.

O’Rourke declaró a CNN que, si los legisladores estatales demócratas mantienen su disciplina, no solo estarán protegiendo los derechos de los votantes texanos, sino a toda la nación. «Creo que lo que están logrando es la forma más alta de servicio público. Intentan frenar la consolidación del poder autoritario en Estados Unidos».

Sin embargo, Trump y Abbott intensifican su ofensiva. Los republicanos texanos han ordenado el arresto de los demócratas ausentes. Además, el gobernador amenazó el 6 de agosto de 2025 con declarar vacantes las curules ocupadas por los demócratas si no se presentan antes del fin de semana. Analistas señalan que estas medidas podrían carecer de legalidad y no ser concretadas a tiempo para la aprobación de los nuevos mapas.

Las amenazas no se limitaron al ámbito legal. El hotel en Illinois donde varios demócratas texanos se están refugiando de su legislatura fue evacuado por una amenaza de bomba.

Repercusiones nacionales y el contraataque

La acción de estos legisladores demócratas ha impulsado el movimiento contra Trump. Mientras los líderes demócratas en Washington, incluyendo a los de la minoría en la cámara baja y el Senado, han sido en gran medida ineficaces y crecientemente criticados por su titubeante actuación frente a Trump, los gobernadores demócratas de tres estados han declarado su postura. Han advertido que, si Texas procede con su intento de aumentar el número de curules controladas por republicanos en el Congreso nacional, responderán con medidas parecidas para alterar los mapas electorales. Estas acciones buscarían aumentar las curules federales para demócratas en sus propios estados.

El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, recientemente declaró que, si Texas procede con su plan, impulsará acciones en el Congreso local para redibujar el mapa electoral en el estado con el mayor número de diputados federales del país. Su contraparte en Illinois, JB Pritzker, y la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, manifestaron su intención de tomar medidas similares.

Jaque a políticos

Estas respuestas han provocado que algunos republicanos ahora expresen su preocupación de que las consecuencias de la maniobra en Texas podrían poner en jaque sus futuros políticos. Legisladores republicanos federales ahora están advirtiendo que promoverán leyes para prohibir redibujar los distritos electorales fuera del proceso formal que ocurre cada 10 años.

La voz de la oposición: ¿una amenaza a la democracia?

En un mitin en la capital de Texas esta semana, el diputado federal Greg Casar, hijo de inmigrantes mexicanos, cuya curul podría ser eliminada por la maniobra republicana, lanzó una contundente advertencia: «Imagínense otro país, donde si hubiera un presidente corrupto que estuviera intentando cambiar de manera drástica las leyes electorales justo antes de una elección, y que su aliado político amenazara con remover a todos los políticos electos de la oposición para lograr sus metas, nosotros diríamos que la democracia en ese otro país está por acabarse. Pero no está ocurriendo en otro país, eso es lo que ocurre hoy en Estados Unidos. Eso es lo que enfrentamos, lo que los texanos enfrentamos y es por eso que vamos a luchar como el demonio para frenarlo.»

La lucha por el control de los mapas electorales en Texas se ha transformado en un epicentro de la batalla por la integridad democrática en Estados Unidos. ¿Podrá la resistencia legislativa frenar el avance de lo que muchos perciben como una consolidación autoritaria del poder?

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