En un panorama de creciente incertidumbre global, el oro ha vuelto a rebasar la barrera de los 4 mil dólares, marcando un hito impulsado por la retórica comercial de Donald Trump contra China y la búsqueda de activos de refugio. Este repunte, evidenciado por ocho semanas consecutivas de alza, resalta la sensibilidad del metal precioso a las tensiones geopolíticas y económicas.
Contexto geopolítico y la escalada del oro
El viernes 10 de octubre de 2025, el oro al contado ganó un 0,8 por ciento, cotizando a 4 mil 7,39 dólares por onza a las 15:18 GMT, consolidando un avance del 3,2 por ciento en la semana. Este ascenso se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiera a China sobre posibles nuevos aranceles, elevando la demanda por activos de refugio. El miércoles anterior, el lingote ya había tocado un máximo histórico de 4 mil 59,05 dólares. Por su parte, los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en diciembre avanzaban un 1,3 por ciento, situándose en 4.024,4 dólares.
Trump manifestó que no veía razón para reunirse con su par chino, Xi Jinping, en Corea del Sur, tal como estaba programado. Además, el mandatario estadunidense, a través de su plataforma Truth Social, informó que Estados Unidos está evaluando un enorme aumento de los aranceles a las importaciones chinas.
Factores clave del repunte de metales preciosos
El reciente y sostenido repunte del oro se sustenta en múltiples pilares:
- Riesgos geopolíticos: La incertidumbre global, exacerbada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, impulsa a los inversores hacia el oro como valor seguro.
- Fuertes compras de bancos centrales: Instituciones financieras estatales han aumentado sus reservas del metal, reforzando su demanda.
- Entradas de fondos cotizados: Los fondos de inversión han canalizado capital significativo hacia el oro.
- Expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos: La anticipación de una política monetaria más laxa en Estados Unidos hace menos atractivos los activos que ofrecen rendimientos, como los bonos, impulsando el interés en el oro.
- Incertidumbres comerciales: Las disputas arancelarias y las políticas proteccionistas generan volatilidad y favorecen al metal precioso.
Simultáneamente, el dólar experimentó una caída del 0,6 por ciento, lo que abarata el precio del lingote para compradores con otras monedas, contribuyendo así a su apreciación. Este escenario, en conjunto con las señales de posibles recortes de tasas en Estados Unidos, también ha repercutido en la apreciación del peso mexicano en los mercados cambiarios.
Implicaciones en otros metales
La tendencia alcista no se limitó al oro, impactando positivamente en otros metales preciosos:
- Plata: Avanzó un 2,2 por ciento, llegando a 50,21 dólares la onza. Este incremento se dio un día después de haber alcanzado un máximo histórico de 51,22 dólares, acumulando un avance anual del 70 por ciento.
- Platino: Subió un 0,3 por ciento, cotizando a mil 622,61 dólares.
- Paladio: Sumó un 2,8 por ciento, alcanzando mil 445 dólares.
Riesgos globales y perspectivas económicas
Los mercados también mantienen una vigilancia estrecha sobre otros focos de inestabilidad, como el posible colapso del Gobierno francés. En Estados Unidos, se observa con preocupación la paralización parcial del gobierno, que ya ha derivado en el inicio de despidos de funcionarios, siendo el personal del Departamento del Tesoro y de Educación las primeras víctimas de este ‘impasse’ entre demócratas y republicanos en el Congreso sobre el gasto público. Estos elementos, combinados con las disputas comerciales, delinean un horizonte de riesgos que posicionan al oro como un barómetro de la confianza global.