Por Martín G. Iglesias
Ayer empezó a brotar el “prurito del descontento social”, cual si fuese la viruela del mono, con las inconformidades presentadas por ciudadanos organizados que están en contra de lo que llaman, arbitrariedad de las autoridades.
“Fue una reunión áspera, aunque nosotros nos condujimos con respeto, parece que la autoridad nos quería imponer su voluntad; por eso decidimos tomar nuestra propia decisión, vamos a aumentar el pasaje”, me comenta uno de los presentes en la reunión del gremio transportista en Cancún, con autoridades del Ayuntamiento que preside Ana Patricia Peralta de la Peña.
Este es uno de los tantos problemas sociales que hay en Quintana Roo, específicamente en Chetumal, Playa del Carmen y Cancún, donde los transportistas decidieron aumentar en cinco pesos más el servicio que brindan a la población, sin que el Instituto de Movilidad a cargo de Rodrigo Alcázar Urrutia, pueda hacer algo al respecto.
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Representantes de Maya Caribe, Turicun, Bonfil Sociedad de Transporte Bombil, Autocar, el Sindicato de Transporte Público de Pasajeros del Servicio Colectivo de Cancún y Transporte Terrestre Estatal (TTE), informaron mediante un comunicado, dirigido a la opinión pública, que a partir del este viernes 23 de agosto, el costo por el servicio en la Zona Hotelera será de 17 pesos, y en la zona urbana y transporte estatal de 15 pesos.
Otro problema de transporte, son los constantes enfrentamientos entre taxistas y prestadores de servicio de Uber en el Aeropuerto Internacional de Cancún, al grado que el propio secretario de turismo del Gobierno del Estado Bernardo Cueto Riesta, pidió la intervención de las autoridades federales, pues es un área de esa jurisdicción.
¡Qué decir del problema con el rechazo a la llamada ‘ley chaleco’!, que por cierto, el Juzgado primero sede en Chetumal concedió la segunda suspensión provisional dentro del juicio de amparo promovido por Álvaro Laguna Chan, identificado como 717/ 2024-B-A. El pronunciamiento es temporal en contra del uso del casco y chaleco con matrícula a la vista, como establece la reforma a la Ley de Movilidad.
Un cuarto problema manifestado ayer, fue el descontento de los vecinos de Benito Juárez, pues un grupo de personas provenientes de diversas colonias de Cancún se manifestaron ante el Palacio de Gobierno en la zona norte ubicado en la avenida Tulum, para exigir que a la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) la entrega de terrenos cerca del fraccionamiento ‘Cielo Nuevo’.
Si bien es cierto que los costos del mantenimiento de las unidades, el alza de las gasolinas, del Diesel, de las refracciones, están justificadas por los empresarios del ramo, como siempre, el que padecerá los estragos de las omisiones o decisiones del gobierno en turno, es el pueblo, el usuario del transporte público, el trabajador de la hotelería, de los bares, de los restaurantes y de los estudiantes, que tienen que trasladarse de un punto a otro de la ciudad.
No quiero pensar que hay indiferencia de las autoridades responsables, a quienes parece que solo les interesa posar para la cámara, difundir información de que ‘todo está bien’, de que son las o los mejores en tal o cual cosa que hasta premios ‘les dan’, en aumento de la vanidad de una personalidad pobre de aceptación, de una legitimidad social para hacer las cosas bien. Ahí se las dejo…
SASCAB
Me comenta un lector que el miércoles pasado, la policía municipal de Solidaridad a cargo del director operativo Raúl Tassinari González, realizó un operativo en el centro de Playa del Carmen y en la playa, al grado de detener alrededor de 80 personas, la mayoría de ellos sin deberla ni temerla.
El operativo, para detectar drogas y armas, fue como especie de una razia, pues a quienes no le encontraban nada, los detenían por “pleito en la playa” o por faltas a la autoridad. No cabe duda que como ya van de salida, quienes aplicar el “año de Hidalgo”. Esperemos que la Comisión Estatal de Derechos Humanos intervenga en el asunto. Al tiempo…
