En medio de un ambiente ríspido y la amenaza persistente de aranceles, la industria automotriz mexicana define su estrategia. Rogelio Garza, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), es contundente: la continuidad del T-MEC es la única herramienta que tiene Norteamérica para enfrentar a gigantes como Asia y Europa.
El T-MEC como imperativo para la competitividad regional
La región de Norteamérica, a través del T-MEC, representa la única forma en que los países pueden competir de manera efectiva con la capacidad de producción masiva de regiones como Asia y Europa. Esta fue la postura central del presidente ejecutivo de la AMIA, Rogelio Garza, en una conferencia ofrecida el 09 de diciembre de 2025 en la Ciudad de México.
El sector automotriz, que aporta el 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, se encuentra bajo presión ante la próxima revisión del tratado trilateral. Garza se mostró optimista, aunque cauteloso, sobre el resultado de las negociaciones:
> “Estoy seguro de que vamos a llegar a un acuerdo y que finalmente en ese acuerdo va a ser muy ríspido todo, pero vamos a llegar a un tema en el que nos permita que México continúe siendo un país atractivo para seguir produciendo y exportando.”
Agenda 2026: las tres grandes prioridades del sector
El sector automotriz ha trazado una agenda de temas prioritarios que deberán abordarse en 2026, buscando consolidar la posición de México como un eje de producción y exportación de vehículos ligeros.
Los temas clave, según Rogelio Garza, son:
- La preparación exhaustiva para la revisión del T-MEC.
- La eliminación de los aranceles de Estados Unidos impuestos a los autos mexicanos.
- Los aranceles a vehículos importados desde países que no mantienen un tratado comercial con México.
El ejecutivo de la AMIA subrayó la necesidad de seguir fortaleciendo la región, mencionando que la producción de China alcanzó los 31 millones de vehículos el año pasado, superando considerablemente a la región T-MEC (casi 18 millones) y a Europa (16 millones).
La integración profunda: un argumento inamovible
La fortaleza del argumento para la continuidad del T-MEC radica en la profunda integración lograda por el anterior TLCAN y consolidada por el actual acuerdo. Garza recordó que la producción de la industria no opera de manera aislada:
> La industria no funciona sola, ya que piezas cruzan hasta siete veces las fronteras de los tres países del acuerdo trilateral.
Esto explica por qué las industrias automotrices de Estados Unidos, Canadá y México respaldan la permanencia del T-MEC, incluso frente a la sugerencia del presidente Trump de permitir que el pacto se extinga. Aunque el líder de la AMIA reconoció que el pacto sí necesita ajustes, afirmó que, en general, ha sido beneficioso.
Actualmente, México comercializa cerca de 3.5 millones de vehículos en el exterior, de los cuales 2 millones 850 mil se dirigen específicamente a Estados Unidos.
Desempeño reciente y la batalla por el cero por ciento
A pesar del ambiente de incertidumbre en el comercio exterior, el dinamismo de la industria automotriz se ha mantenido cercano al año pasado (2024), mostrando una ligera desaceleración en algunas métricas durante el periodo enero-noviembre de 2025:
- Producción: Caída de 1.5 por ciento respecto a 2024.
- Exportaciones: Retroceso anual de 1.6 por ciento.
- Ventas en México: Avance de 1 por ciento.
Un punto crucial en la negociación pendiente es el retiro de los aranceles bajo la sección 232 de la Ley Comercial de 1962, que establece un gravamen del 15 por ciento a los autos. Este arancel puede elevarse hasta el 25 por ciento si los vehículos no cumplen con las reglas de origen del T-MEC.
Asimismo, la industria busca la eliminación de los aranceles de seguridad de impuestos sustentados bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA). La meta del sector es clara:
> “Vamos a pelear por el cero por ciento y el acceso libre del mercado, que es lo que nos ha permitido crecer esta industria en los últimos 30 años.”
Apoyo a la protección de la industria nacional
En un movimiento estratégico para fortalecer el sector interno, Rogelio Garza comentó que la industria apoya la iniciativa enviada por la Secretaría de Economía (SE). Esta propuesta busca aumentar los aranceles a los vehículos importados de países con los que México no tiene tratado.
Garza calificó la medida como una “política para la protección y para el fortalecimiento de la industria nacional”. Aunque aún deben revisarse las reservas en discusión, el dictamen general ya ha sido aprobado, sentando las bases para una defensa arancelaria del mercado mexicano.
La industria automotriz, consciente de su peso en el PIB y de la interdependencia regional, no solo lucha por mantener los beneficios del T-MEC, sino que también impulsa medidas proteccionistas para asegurar su crecimiento frente a competidores globales. En este panorama ríspido, la cohesión de los tres países del T-MEC es vista como la última línea de defensa económica. Si el sector automotriz, pilar de la integración, no logra alinear a los gobiernos, ¿qué tan sólida es realmente la región de Norteamérica?







