Tras la devastadora explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa, una ola de solidaridad inquebrantable ha emergido en la capital. Capitalinos y mexiquenses se han volcado en apoyar a víctimas y familiares, demostrando una vez más el «músculo solidario» que caracteriza a esta metrópoli en momentos de crisis.
Una ola de apoyo en la capital
Capitalinos, mexiquenses, policías, universitarios y demás personas de la sociedad civil repartieron café, pan y agua a los familiares de las víctimas y al personal que ha atendido la tragedia. Un gesto solidario por las víctimas y sus familiares es lo que en dos días han mostrado estos actores.
Vecinos del estado de México, con comida, café y aguas, han recorrido los nosocomios donde se encuentran las personas lesionadas de la explosión de la pipa de gas LP en el puente de La Concordia. A estas acciones se han sumado policías capitalinos de diferentes sectores, quienes han trasladado papel, alimentos e insumos diversos. Los recorridos realizados por la emergencia han constatado estas acciones de unidad.
El rostro humano de la tragedia: Gestos y acompañamiento
Una torta, café, té, agua. En carros, a pie, con cajas y bolsas de mercado, las personas han ofrecido este acompañamiento. Incluso se han instalado mesas de apoyo sicológico para aquellos que pasan por procesos emocionales difíciles en estos momentos, como ocurrió en el Hospital General Rubén Leñero, uno de los nosocomios que se convirtieron en un epicentro de lesionados.
Decir que no a los que ofrecían comida podría ser una ofensa ante un acto de nobleza. Si pasaban varias veces, uno agarraba lo que fuera. Cada una de las familias que preparó los alimentos puso en ello la fraternidad, que era manifestada a cada una de las víctimas indirectas, a quienes expresaban palabras de aliento. En el Instituto Nacional de Rehabilitación ocurrió lo mismo; ahí sacaron panes, atole y recorrieron cada tramo. “Aunque sea para más noche, les va a dar hambre”, señalaban.
Reafirmando la resiliencia colectiva y el respaldo oficial
Desde el primer momento de la tragedia, las personas mostraron ese músculo solidario que ha caracterizado a esta capital en momentos difíciles, que la marcan en su ir y venir. Elementos policiales, trabajadores, personal de alcaldías y religiosos que oraban en los hospitales acompañaron la acción que provino desde la sociedad civil, que de nueva cuenta, organizada, dio muestras de unidad.
La explosión de pipa en Iztapalapa ha dejado un saldo de diez personas fallecidas. La jefa de Gobierno de CDMX, Clara Brugada, acudió al Hospital Rubén Leñero y al Magdalena de las Salinas para visitar a las víctimas y a sus familiares, en un contexto donde las manifestaciones de solidaridad continúan intensificándose en hospitales para consuelo de los afectados.
En un desarrollo independiente, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) ha elegido a los integrantes de su Órgano de Administración Judicial. Los magistrados Víctor Hugo González, Jorge Guerrero Meléndez y la maestra Reyna Concepción Mince Serrano se mantendrán en sus cargos hasta el 10 de septiembre de 2031.
Este despliegue de apoyo, tanto ciudadano como institucional, subraya la resiliencia de una metrópoli que, a pesar de las tragedias como la ocurrida en Iztapalapa, encuentra en la cohesión y la empatía el camino para mitigar el dolor y reconstruir el tejido social. La capital mexicana, una vez más, demuestra su capacidad para unirse en los momentos más difíciles.
