«SKINCARE NATURAL»: Alertan sobre mitos de “arenas curativas” en la laguna de Bacalar

Alejandro Peza/CARIBE PENINSULAR

CHETUMAL.- Recientemente diversos contenidos promocionales han popularizado la idea de que algunas zonas de «arenales» de la laguna de Bacalar, en particular el Canal de los Piratas, poseen supuestas propiedades medicinales y cosméticas. Se habla de “arenas curativas”, “lodos rejuvenecedores” y de un “skincare natural” capaz de mejorar la piel de quienes se sumergen o se aplican estos sedimentos.

Sin embargo, especialistas advierten que estas afirmaciones carecen de sustento científico y, además, contribuyen a desviar la atención de uno de los retos ambientales más serios que enfrenta actualmente el sistema lagunar debido al exceso de nutrientes y materia orgánica.

La bióloga, María Luisa Villareal Sonora asegura que la laguna de Bacalar atraviesa un proceso de deterioro paulatino provocado principalmente por la carga de nutrientes como nitrógeno y fósforo que llegan al cuerpo de agua a través de descargas residuales mal tratadas, escurrimientos urbanos, actividades turísticas intensivas y un crecimiento desordenado en su cuenca.

«El problema de estos mitos no es solo que sean falsos, sino que desvían la atención de los verdaderos retos ambientales de Bacalar: el manejo de nutrientes, la materia orgánica, el tiempo de residencia del agua y la presión turística.

Convertir un canal de drenaje en un supuesto spa natural trivializa una situación ecológica compleja y puede fomentar usos que no solo carecen de beneficios, sino que pueden ser contraproducentes«, explicó.

En este contexto, la difusión de supuestas propiedades medicinales de las arenas y sedimentos no solo resulta engañosa, sino potencialmente peligrosa.

La especialista señala que no existe evidencia científica que respalde beneficios dermatológicos o terapéuticos derivados del contacto con estos materiales. Por el contrario, en zonas donde se registra acumulación de materia orgánica y proliferación bacteriana, el contacto directo con la piel podría implicar riesgos sanitarios, especialmente para personas con heridas, padecimientos cutáneos o sistemas inmunológicos comprometidos.

El llamado “mito del skincare natural” se ha fortalecido gracias a videos virales, recomendaciones informales y testimonios sin verificación, que presentan a la laguna como un spa natural. Estas narrativas atractivas, aunque generan interés turístico, tienden a normalizar prácticas que incrementan la presión sobre ecosistemas frágiles, como la remoción de sedimentos, el ingreso masivo de visitantes a zonas sensibles y la falta de respeto a las regulaciones ambientales existentes.

Ante este panorama, expertos hacen un llamado a replantear la forma en que se comunica y se promociona Bacalar. Señalan la necesidad de priorizar información veraz, educación ambiental y una gestión responsable del turismo, que reconozca la fragilidad del ecosistema y promueva su conservación. Asimismo, subrayan la importancia de que autoridades, prestadores de servicios y visitantes eviten reproducir mitos que, lejos de ayudar, contribuyen a la desinformación y a la normalización de prácticas dañinas.

Hablar hoy del mito de las “arenas medicinales” del Canal de los Piratas no es un intento por desincentivar la visita a Bacalar, sino una invitación a mirar con mayor profundidad la realidad ambiental que enfrenta la laguna. La preservación de este ecosistema único depende menos de narrativas atractivas y más de acciones informadas, responsables y sustentadas en la ciencia.

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