
Un caso rotundo de cómo se usa la fuerza del Estado contra los opositores políticos es el de Francisco Puc “Xiximac”, referente de Movimiento Ciudadano en la Zona Maya.
“Xiximac” ganó y debería estar sentado como regidor en José María Morelos y haciéndosela cansada al alcalde, Erick Borges. Pero… no lo dejaron asumir.
¿La razón? Le desempolvaron una denuncia vieja de cuando fue alcalde de Sabán, relacionada con otros funcionarios municipales.
Obvio, se trata de acusaciones cruzadas con tufo político.
El regidor electo ya recurrió a los tribunales para revertir el golpe. Pero, como en los mejores tiempos del autoritarismo tropical, su audiencia se ha pospuesto cuatro veces.
El caso viene desde diciembre del año pasado y nada que avanza.
El objetivo es burdo pero eficaz: que el Cabildo siga sin oposición.