Sheinbaum impulsa créditos clave para mujeres amuzgas en Guerrero

Sheinbaum entrega créditos "Apoyarte" a mujeres amuzgas en Guerrero para preservar su cultura y bienestar. Un análisis de la política de reconocimiento indígena.
Sheinbaum impulsa créditos clave para mujeres amuzgas en Guerrero

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reafirmado su compromiso con los pueblos originarios, particularmente en la costa chica de Guerrero, al entregar créditos a artesanas amuzgas. Esta iniciativa, que busca la preservación cultural y el bienestar económico, marca un hito en la política de reconocimiento a comunidades tradicionalmente relegadas.

Impulso al bienestar y la cultura amuzga

Desde Xochistlahuaca, Guerrero, en los límites con Oaxaca, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó la entrega de créditos «Apoyarte» a mujeres artesanas del pueblo amuzgo. Esta acción, efectuada el 24 de agosto de 2025, tiene un doble propósito: garantizar la conservación del huipil y otros tejidos elaborados, y asegurar el bienestar de estas mujeres para que puedan vivir dignamente de su trabajo.

«Es conservación y al mismo tiempo bienestar, esto es lo que se tiene que garantizar con este programa», aseveró la mandataria federal. La funcionaria acentuó que la meta para 2025 es otorgar 500 millones de pesos en estos apoyos en la zona amuzga y mixteca. De esta cantidad, 170 millones de pesos ya han sido entregados hasta la fecha.

«Apoyarte»: un programa de justicia y reconocimiento

El programa «Apoyarte», operado por Financiera para el Bienestar (Finabien), brinda recursos directos por 30 mil pesos a cada mujer artesana de la región. La mandataria federal subrayó la simplicidad del proceso: «Lo hacemos de esta manera, sin trámites engorrosos, sin intermediarios, sin condiciones injustas; lo hacemos confiando en ustedes, porque la palabra de una mujer, de una mujer indígena, artesana, vale más que cualquier forma o contrato».

María del Rocío Mejía, titular de Finabien, detalló que el crédito se caracteriza por tener una tasa de interés cero y largos plazos para su pago, proporcionando una autonomía económica vital. Los fondos están destinados a cubrir necesidades básicas para su oficio y hogar, como la compra de hilos, telas, máquinas de coser, e incluso el pago de servicios esenciales como luz y agua.

Hasta el momento, Finabien ha recibido más de 11 mil solicitudes de crédito en la región. Alrededor de 6 mil de estas solicitudes han sido atendidas en Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Ometepec, San Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa. «Ni una sola artesana de esta zona se va a quedar sin su apoyo ni su crédito a la palabra», afirmó Mejía.

La voz de las artesanas: Historia en cada hilo

Amancia Merino, una de las artesanas beneficiarias, expresó la esencia de su labor: «Con manos y corazón elaboramos piezas que llevan la historia, la cultura y la identidad de nuestros pueblos». Resaltó que su trabajo no es solo un oficio, sino «saberes heredados» transmitidos de generación en generación. «Cada pieza que creamos lleva consigo nuestra lengua, nuestra memoria y nuestro amor por la tierra», añadió.

Con estos apoyos, Merino enfatizó que las artesanas podrán no solo obtener ingresos justos por sus creaciones, sino también mantener viva la tradicional artesanal que las distingue como pueblo, garantizando la preservación del huipil y el bienestar de las mujeres.

Una conexión profunda: La herencia y visión presidencial

La presidenta Sheinbaum Pardo destacó que este programa representa «un programa de justicia para las mujeres que han trabajando siempre, para las que han levantado a sus familias con esfuerzo silencioso, para las que nunca tuvieron acceso a un banco, pero que sostienen a todo un pueblo con su trabajo».

El simbolismo de la visita: Memoria y reconocimiento

Durante su discurso, Sheinbaum compartió un recuerdo personal significativo: hace 55 años, visitó por primera ocasión Xochistlahuaca con su madre, la científica Annie Pardo, quien «amaba los huipiles». Recordó que su madre las vestía a ella y a sus hermanos con estas prendas desde pequeñas, inculcándoles «el amor por ustedes, por las mujeres artesanas indígenas».

La mandataria subrayó que la grandeza cultural de México reside en sus pueblos originarios. En este sentido, reconoció a las mujeres artesanas amuzgas por preservar, en cada trazo y cada hilo, no solo una tradición heredada, sino una «historia de resistencia». Describió los huipiles de la región como «considerados entre los más hermosos de la nación», piezas únicas que guardan la historia de un pueblo que «nunca se ha rendido».

«Cada hilo que ustedes tejen lleva consigo siglos de conocimiento, transmitido de generación en generación, a través de su telar de cintura. Un lenguaje que no se escribe en libros, pero que se plasma en tela y que se lleva con orgullo en el cuerpo», enfatizó. Afirmó que los huipiles son «más que prendas, son códices que no se escriben con tinta, sino con hilos de colores, que guardan la sabiduría de las abuelas, la fortaleza de las madres y los sueños de las hijas». Cada figura y símbolo en estas piezas, representan «un pedazo de tiempo que resiste. Es un lenguaje que dice: ‘Aquí estamos, somos creativas, resistentes, alegres y fuertes’».

El rol de la primera presidenta y el fin de la invisibilidad

Sheinbaum Pardo remarcó que, como la primera mujer presidenta en la historia del México independiente, su posición la obliga a mirar a todo el pueblo, pero especialmente a las mujeres del país. «A las mujeres campesinas, trabajadoras, a las mayores, pero sobre todo, me obliga a mirar a las mujeres indígenas, a las que durante siglos fueron las más invisibles, las más excluidas, las más olvidadas; eso quedó en el pasado, eso ya no, hoy las mujeres indígenas son las más reconocidas de nuestro país», sentenció.

Aseveró que las mujeres indígenas han sido fundamentales para que «la raíz de la cultura no se quiebre» y han garantizado la transmisión de sus lenguas. «Por eso, con todas las fuerzas del corazón de la historia, decimos que los caminos que antes se cerraron, hoy los abrimos; las puertas que se les negaron, hoy las abrimos; abrimos las puertas de la prosperidad, del reconocimiento y de la dignidad. Porque un país que no reconoce a sus pueblos y a sus mujeres indígenas no puede llamarse justo», concluyó.

El mensaje político: Autonomía frente a viejas prácticas

Previo a su acto en Xochistlahuaca, en Ometepec, la presidenta Sheinbaum Pardo protagonizó un incidente revelador. Una mujer se aproximó para ofrecerle un regalo, aparentemente enviado por el ex gobernador Ángel Aguirre. La mandataria federal, con contundencia, rechazó el ofrecimiento. En un video que circula en redes sociales, se observa su respuesta directa: «No, gracias, mándale saludos, pero dígale que no, no recibo regalos de ellos». Este gesto subraya una postura de autonomía y distancia frente a actores políticos del pasado, marcando un claro mensaje de renovación en la esfera pública.

La entrega de los créditos «Apoyarte» a las mujeres amuzgas, enmarcada en una visión presidencial que busca el reconocimiento y la justicia para los pueblos originarios, no solo es una política económica, sino una declaración de principios sobre el nuevo rumbo de la nación. ¿Será este un modelo replicable para asegurar la autonomía cultural y económica de otras comunidades indígenas en México?

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