La presidenta Claudia Sheinbaum ha lanzado un fuerte cuestionamiento al gobierno de Estados Unidos. En el centro del debate, la posible negociación con Ismael «El Mayo» Zambada, líder del cártel de Sinaloa, revela una aparente contradicción en la política antiterrorista de Washington.
La contradicción en la política antiterrorista estadounidense
Desde el Palacio Nacional, en la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo interrogó al gobierno de Estados Unidos: “¿Cómo explican entonces que no negocian con terroristas?”. Este cuestionamiento surge ante la posibilidad de que Ismael «El Mayo» Zambada, miembro del cártel de Sinaloa, alcance un acuerdo con la justicia estadounidense a cambio de información. El señalamiento de la mandataria cobra relevancia, dado que la administración del expresidente Donald Trump designó a los cárteles de la droga como «organizaciones terroristas internacionales».
A más de un año de la sustracción irregular del cofundador de este grupo de la delincuencia organizada —ocurrida a finales de julio de 2024—, y ante la posibilidad de que el capo se declare culpable ante la justicia estadunidense con el fin de aportar información y obtener beneficios, la mandataria mexicana cuestionó una vez más cómo Washington, por un lado, designa «organizaciones internacionales terroristas» a los cárteles y, por otro, negocia con los miembros de esos grupos.
La presidenta Sheinbaum Pardo detalló la postura de su gobierno: «Lo que decimos es que ellos llaman ‘grupos terroristas’ a la delincuencia organizada, ellos deciden nombrarlos así, es una decisión unilateral tomada por ellos a la entrada del presidente Trump al gobierno de Estados Unidos. Y están tomando acuerdos con estos miembros de lo que ellos llaman ‘grupos terroristas’, ¿cómo explican que entonces que no negocian con terroristas?, así, dicho llanamente, eso es lo primero», enfatizó la mandataria.
La exigencia de transparencia sobre la llegada de Zambada a EE.UU.
El gobierno de México, además, sigue insistiendo al de Estados Unidos en la necesidad de información sobre “¿cómo fue que llegó?” el líder del cártel de Sinaloa a la custodia de autoridades estadunidenses. “Seguimos insistiendo, ¿cómo fue que llegó este miembro de la delincuencia organizada a Estados Unidos?”, señaló la jefa del Ejecutivo en la conferencia matutina del martes 19 de agosto de 2025 en Palacio Nacional, al ser interrogada sobre el tema y la posible negociación de Zambada.
Colaboración condicionada y el precedente Cienfuegos
En segundo lugar, la presidenta añadió que se recibirá cualquier información que el gobierno estadunidense tenga, siempre que venga «con pruebas», para que la Fiscalía General de la República —del lado mexicano— realice investigaciones en contra de estos miembros de los cárteles o cómplices vinculados a ellos y solicite al Poder Judicial una orden de aprehensión.
«Siempre que haya pruebas vamos a colaborar, siempre, pero debe haber pruebas», sentenció la mandataria. Recordó el antecedente del general Salvador Cienfuegos, ex titular de la Defensa Nacional. En ese caso, una detención en Estados Unidos no fue respaldada por pruebas cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la fiscalía, las solicitó. «Por eso nosotros siempre decimos: colaboración, coordinación y siempre con pruebas; siempre de manera transparente», apuntó Sheinbaum.
La postura de la presidenta Sheinbaum no solo subraya una aparente inconsistencia en la política exterior estadounidense, sino que también reafirma la soberanía de México en la exigencia de pruebas contundentes. ¿Podrá este llamado a la transparencia redefinir la dinámica de la cooperación binacional en la lucha contra el crimen organizado transnacional?