
Ernesto Zedillo, una figura que carga con las sombras de su pasado presidencial, volvió al centro del debate político. Claudia Sheinbaum no dejó pasar la oportunidad para responder y recordar al país los hechos que marcan a quien ahora se presenta como crítico del actual gobierno.
Claudia Sheinbaum responde a las críticas de Ernesto Zedillo
El origen del nuevo conflicto
La reciente publicación de un artículo de Ernesto Zedillo, donde califica de “autoritaria” la propuesta de elección popular del Poder Judicial, encendió las alarmas en Palacio Nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum fue directa: Zedillo no puede ser considerado un “paladín de la democracia”.
Vocero del PRIAN, según Sheinbaum
Durante una conferencia, Sheinbaum señaló que Zedillo ha terminado como “vocero” del bloque opositor PRIAN, buscando credibilidad en un escenario político donde sus actuales liderazgos están desgastados.
“Nuestros adversarios políticos, los dirigentes del PRIAN, buscan nuevos voceros como Zedillo, porque ya nadie les cree”, afirmó.
Recordando el autoritarismo del sexenio de Zedillo
Las heridas de Acteal y otras masacres
Sheinbaum recordó hechos violentos como las masacres de Acteal, El Charco, El Bosque y Aguas Blancas, sucesos que marcaron a fuego el sexenio de Zedillo y que, según la presidenta, reflejan un estilo de gobierno autoritario.
El caso Fobaproa y el rescate bancario
La mandataria también trajo a la memoria el escándalo del Fobaproa, mecanismo mediante el cual se socializaron deudas privadas. “Eso también es autoritarismo”, subrayó Sheinbaum, al denunciar la imposición de cargas financieras al pueblo mexicano sin consulta alguna.
Privatización de los ferrocarriles
Sheinbaum cuestionó la privatización de los ferrocarriles nacionales durante el mandato de Zedillo, apuntando que después de acabar con el servicio de pasajeros, el ex presidente terminó trabajando para una de las empresas beneficiadas.
Manipulación del Poder Judicial
Otro señalamiento fuerte fue hacia la reforma judicial impulsada por Zedillo, que implicó la desaparición de la Suprema Corte existente y la instalación de una “Corte a modo”.
“Él puso a cada ministro, ¿eso no es autoritarismo?”, preguntó Sheinbaum.
El entreguismo, otra acusación grave
La supuesta entrega del poder al PAN
Recordando las palabras de Francisco Labastida, Sheinbaum sugirió que Zedillo entregó la Presidencia de la República al PAN bajo presión del gobierno de Estados Unidos, un acto que, en su visión, también constituye un acto de autoritarismo y traición a la democracia mexicana.
La narrativa del “nuevo autoritarismo” según la oposición
Críticas a la elección del Poder Judicial
Zedillo argumenta que permitir que el pueblo elija a los jueces atenta contra la democracia. Para Sheinbaum, esta crítica refleja un pensamiento élite que desconfía de la voluntad popular.
Democracia desde el pueblo
“La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, enfatizó Sheinbaum, defendiendo la reforma judicial como un avance democrático y rechazando que sea una muestra de autoritarismo.
Contexto político actual: una lucha de narrativas
Viejas figuras, nuevos discursos
La irrupción de Zedillo en el debate público forma parte de una estrategia más amplia de la oposición para reposicionar su crítica en el contexto electoral. No obstante, Sheinbaum apuesta a la memoria histórica del pueblo mexicano.
El pueblo como protagonista
Confiando en que la sociedad mexicana está mejor informada y politizada que nunca, Sheinbaum cerró su intervención destacando que “el pueblo ya no se deja engañar”.
El cruce entre Claudia Sheinbaum y Ernesto Zedillo refleja la batalla por el sentido de la democracia en México. Mientras el ex presidente intenta erigirse como crítico del gobierno actual, la mandataria le recuerda su pasado autoritario. En un país donde el debate político se redefine a cada paso, la memoria histórica emerge como un recurso poderoso. El futuro de la democracia mexicana está en juego y será, como siempre, el pueblo quien tenga la última palabra.