
La defensa presidencial que busca blindar a Marina del Pilar
Un asado con tintes de protesta, una visa retirada por Estados Unidos y el respaldo sin matices de la presidenta. En Baja California, la gobernadora Marina del Pilar Ávila enfrenta una tormenta política, pero desde Palacio Nacional ya le pusieron paraguas.
El respaldo público de Sheinbaum: mensaje político y estrategia de contención
En medio de la polémica por el retiro de visa por parte del gobierno de Estados Unidos y un inusual llamado ciudadano a la revocación de mandato, la presidenta Claudia Sheinbaum salió a defender a una de las figuras más visibles de la nueva generación morenista: Marina del Pilar Ávila Olmedo, actual gobernadora de Baja California.
Durante su tradicional conferencia mañanera, Sheinbaum fue tajante:
“No hay ninguna información en la Fiscalía General de la República que pudiera decir que hay algo en contra de Marina del Pilar.”
La afirmación no es menor. En un sexenio donde las señales del Ejecutivo suelen marcar la agenda, el respaldo público a Marina del Pilar representa algo más que un gesto de solidaridad política: es una estrategia de blindaje y control de daños ante un escándalo internacional que ya trascendió la frontera norte.
Marina del Pilar y la visa retirada: un asunto que sigue en la sombra
Uno de los puntos más llamativos del caso es la cancelación de la visa estadounidense de la gobernadora. Aunque la embajada de EE.UU. ha clasificado el caso como “información privada”, el hecho de que un alto perfil político mexicano pierda acceso a territorio estadounidense genera suspicacias, particularmente en estados fronterizos donde la relación binacional es crucial.
La presidenta intentó bajarle el tono al tema señalando que
“la embajada de Estados Unidos dice que es una información privada, que no se puede dar más información y hasta ahí, no hay nada más”.
Sin embargo, el silencio institucional de Washington contrasta con el ruido político en Tijuana, donde incluso se organizó una protesta en tono irónico con “carne asada” para exigir la revocación de mandato de la gobernadora.
Protestas en clave regional: la carne asada como símbolo de inconformidad
La peculiar protesta con carne asada revela el tipo de relación que los ciudadanos del norte mantienen con su clase política: directa, irónica, y profundamente crítica. En Baja California, donde la alternancia política ha sido constante, la legitimidad de una figura como Marina del Pilar no se da por sentada.
Sheinbaum minimizó el acto con una frase que podría sonar despectiva para algunos:
“Habría que ver quién fue por la carne asada”.
Pero lo que en el centro se interpreta como un comentario anecdótico, en las regiones puede alimentar la percepción de un gobierno que no escucha o subestima los gestos ciudadanos, por más informales que parezcan.
El contexto político: Marina del Pilar como figura clave del morenismo
Marina del Pilar no es solo una gobernadora en aprietos. Es una de las caras jóvenes del morenismo, con perfil de proyección nacional. Fue presidenta municipal de Mexicali, diputada federal y ahora lidera uno de los estados estratégicos del país por su frontera con California, su dinamismo económico y su valor electoral.
El respaldo de Sheinbaum debe leerse también como una apuesta por mantener la cohesión interna del partido. En vísperas de una nueva etapa de gobierno, la presidenta no puede permitirse que una de sus aliadas más visibles sea debilitada por presiones externas o fracturas internas.
Sheinbaum marca postura: sin investigaciones, sin represalias
Uno de los mensajes reiterados por la mandataria fue la ausencia de información incriminatoria por parte de la FGR. Esto permite dos lecturas:
- Blindaje legal y político: al señalar que no hay investigación, se busca desactivar cualquier interpretación que vincule el retiro de visa con delitos o corrupción.
- Control de la narrativa: en un contexto de alta exposición mediática, Sheinbaum fija una postura clara para evitar la especulación.
También dejó en claro que en su gobierno se garantiza la libre manifestación:
“Aquí no hay represión… todos se pueden manifestar en contra de algo”.
El costo político de no explicar
Mientras en el ámbito federal el discurso es de respaldo y normalización, la falta de información sobre las razones detrás de la cancelación de la visa de Marina del Pilar deja un vacío. Y en política, los vacíos siempre se llenan con sospechas.
El episodio evidencia las tensiones entre el gobierno mexicano y Estados Unidos, pero también plantea preguntas sobre los criterios de Washington para sancionar a figuras públicas mexicanas.
¿Por qué Estados Unidos le retiró la visa a una gobernadora en funciones?
¿Qué sabe el gobierno estadounidense que México dice no conocer?
¿Puede una figura política mantenerse con legitimidad cuando enfrenta sospechas que no se esclarecen?
En tiempos donde la transparencia es exigida por la ciudadanía y vigilada por la prensa, el caso de Marina del Pilar será una prueba de fuego para la narrativa oficialista de Sheinbaum. Por ahora, la defensa está montada. Pero el juicio público, como la carne asada, sigue en proceso.