La presidenta Claudia Sheinbaum ha alzado la voz, señalando que los promotores de la «marea rosa» ahora buscan formar un nuevo partido político, carente de propuestas sustantivas. Este movimiento, según la mandataria, estaría integrado por figuras que ya no se sienten representadas por partidos tradicionales, marcando un giro en el panorama político nacional.
La crítica presidencial a los «reciclados» políticos
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional este martes 26 de agosto de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó con contundencia que los personajes detrás de las movilizaciones de la «marea rosa» están ahora impulsando la creación de una nueva entidad política. La jefa del ejecutivo subrayó un aspecto que considera crucial: «lo interesante es que ya no se sienten representados por el PAN ni el PRI», destacando además la ausencia de propuestas concretas por parte de este grupo.
Nuevos actores, antiguas figuras
Sheinbaum Pardo detalló la composición de quienes, a su juicio, integran esta iniciativa. Entre ellos, mencionó a «algunos ex consejeros del INE, Lorenzo Córdova entre ellos; algunos que fueron parte del PRD, que ya desapareció; algunos de la derecha, que no encuentran espacio en otros lados». Resaltó que un hecho llamativo es que «muchas de estas personas todavía están en espacios de decisión en el INE». La presidenta fue clara al reconocer su derecho a conformar un partido si cumplen los requisitos legales, pero reiteró su extrañeza por su descontento con las ofertas políticas existentes.
El desafío de la propuesta política
La mandataria insistió en que, aunque «no tiene nada de malo querer ser un partido político» bajo la legislación mexicana, el meollo del asunto radica en la sustancia de su plataforma. «¿Qué plantean como partido político? No he oído ninguna propuesta, más que sigan los plurinominales», cuestionó. Agregó que este grupo se ha limitado a argumentos como «que no desaparezca el INE» o la premisa de que «México es autoritario». A estas afirmaciones, Sheinbaum respondió: «nadie está planteando que desaparezca el INE (…) y México no es autoritario, hay más democracia ahora que cuando ellos fueron presidentes del INE».
El debate sobre la democracia y la transición
La argumentación presidencial se extendió a un repaso de episodios históricos y la trayectoria de algunas figuras públicas.
El legado de la marea rosa y el INE
La presidenta Sheinbaum trajo a colación la figura del ex consejero del INE, Lorenzo Córdova, recordando que «se expresó de manera racista de una etnia indígena». Además, se refirió al ex presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, señalando: «(Luis Carlos) Ugalde fue a (la Universidad de) Harvard a dar cátedra sobre los gobiernos populistas, pero fue quien se opuso a que se abrieran las casillas y, siendo presidente del INE, fue parte del fraude de 2006».
La transición de 2000 bajo escrutinio
Sheinbaum también desestimó el argumento de la «transición democrática» del año 2000, un punto frecuentemente destacado por estos sectores. Recordó que el ex candidato del PRI en aquel año, Francisco Labastida, ha revelado en un libro que dicha transición fue, de hecho, un acuerdo con Estados Unidos. «Donde (Ernesto) Zedillo decidió apoyar al PAN para que llegara a la Presidencia; pero lo ponen como si hubiera sido la gran transición, que después fue la gran traición, vino el desafuero y el fraude electoral de 2006», concluyó la presidenta, redefiniendo la narrativa histórica.
La formación de un nuevo partido por parte de figuras ligadas a la «marea rosa», sin un planteamiento programático claro y con antecedentes cuestionados por la presidencia, abre un nuevo capítulo en la confrontación política nacional. ¿Será este intento el inicio de una verdadera alternativa o el eco de viejas luchas bajo un nuevo estandarte? El «círculo rojo» observa atentamente cómo se definen las fuerzas políticas ante los desafíos venideros.