
Estados Unidos sí coopera: Sheinbaum y el histórico decomiso de fentanilo
Un operativo antidrogas en Estados Unidos detonó una declaración clave de la presidenta Claudia Sheinbaum. Con 3 millones de pastillas de fentanilo decomisadas, la mandataria aprovechó para reafirmar una postura estratégica: México exige responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico.
Este decomiso, que autoridades estadounidenses vinculan con el Cártel de Sinaloa, se convierte en símbolo de un cambio de narrativa: la cooperación sí existe, pero sin subordinación. Y Sheinbaum quiere dejar claro que ya no se trata solo de lo que México hace o deja de hacer.
La postura firme de Sheinbaum ante el combate al narco
Coordinación sin subordinación: un nuevo paradigma
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum fue enfática: Estados Unidos debe asumir su responsabilidad directa en el combate al crimen organizado. El decomiso de fentanilo, aseguró, es una señal positiva.
“Este decomiso que hacen es muy importante… Estados Unidos también tiene que hacer su parte”.
Este enfoque no es nuevo. Desde el inicio de su gestión, la mandataria ha insistido en que la seguridad bilateral debe basarse en la cooperación, pero sin que México quede bajo tutela extranjera.
Narco en ambos lados de la frontera
Sheinbaum subrayó un punto medular: si el fentanilo se vende en ciudades estadounidenses, también hay redes criminales operando allá.
“¿Quién vende el fentanilo en las ciudades de Estados Unidos?”.
Con esta declaración, Sheinbaum reconfigura el foco del debate. No es suficiente hablar de “cárteles mexicanos”. Es indispensable atender la demanda y las redes de distribución dentro del territorio estadounidense.
Seguridad bilateral: una ruta compartida
Trabajo en ambos territorios
Sheinbaum dejó claro que México tiene su propia estrategia, centrada en la construcción de paz y la atención a las causas de la violencia. Pero al mismo tiempo, exige que su contraparte norteamericana actúe con la misma determinación en su territorio.
“Nosotros operamos en nuestro territorio, ellos en el suyo”.
Este enfoque también contempla un reclamo persistente: el tráfico de armas desde Estados Unidos a México, que ha fortalecido a grupos delictivos. Para Sheinbaum, no basta con decomisar drogas si las armas siguen cruzando la frontera sin control.
¿Hubo colaboración mexicana en el operativo?
Cuando se le preguntó si México participó en el decomiso, Sheinbaum evitó confirmarlo. Prefirió resaltar la buena comunicación entre ambos países y la importancia del resultado.
Este detalle no menor habla de una diplomacia cuidadosa, pero también de la intención de no convertir cada acción estadounidense en una victoria unilateral. El enfoque, una vez más, es la corresponsabilidad.
Economía y seguridad: la doble agenda con Estados Unidos
T-MEC bajo la lupa: sin visita, pero con estrategia
Además del tema de seguridad, Sheinbaum fue cuestionada sobre una posible visita a Estados Unidos ante la inminente revisión del T-MEC en 2026. Su respuesta fue clara: no está contemplada.
“Vamos a defender el T-MEC… ha sido benéfico para los tres países”.
La presidenta expresó confianza en la continuidad del acuerdo comercial, pero también reconoció que su gobierno está preparado para cualquier escenario, incluida una eventual modificación por parte del expresidente Donald Trump, si éste vuelve al poder.
Integración económica, más allá del tratado
Sheinbaum apuntó que más allá del texto del T-MEC, lo que no va a desaparecer es la integración económica real entre los tres países. Las cadenas productivas, inversiones cruzadas y la interdependencia comercial son un hecho consumado que difícilmente se podrá revertir.
Negociaciones en curso: jitomate, acero y vehículos
Avances diplomáticos sin conclusiones aún
Mientras tanto, en el frente económico, el gobierno mexicano avanza en negociaciones clave:
- Acero y aluminio: Marcelo Ebrard se reunió con autoridades comerciales de Estados Unidos para garantizar condiciones competitivas.
- Jitomate y agroindustria: Julio Berdegué gestiona que no se impongan aranceles al jitomate mexicano, un producto sensible para el comercio bilateral.
Ambos funcionarios reportaron avances, pero sin acuerdos definitivos. Sheinbaum insistió en que estas gestiones son parte del compromiso de su gobierno para defender los intereses de México en todos los frentes.
Seguridad sin subordinación, comercio con visión
El decomiso de fentanilo en Estados Unidos no es solo un golpe contra el narcotráfico. Es, sobre todo, una señal de que la cooperación sí es posible cuando hay voluntad política de ambos lados. Sheinbaum aprovecha el momento para posicionarse como una líder que exige respeto, reciprocidad y soberanía.
En la otra cara de la moneda, las tensiones comerciales están siendo gestionadas con diplomacia, sin estridencias ni alarmismos. La visión de largo plazo que proyecta su gobierno se sostiene en la idea de una integración regional irreversible, tanto en seguridad como en economía.
Para la región del Caribe Mexicano y el sureste, este equilibrio entre firmeza y cooperación es vital. Aquí se viven con particular intensidad los impactos del narcotráfico y los beneficios (o riesgos) del T-MEC. Por eso, cada declaración presidencial trasciende la coyuntura: define el tono con el que México busca posicionarse en la nueva era continental.