Redacción/CARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Tras aportar las pruebas correspondientes, la Fiscalía General del Estado obtuvo por separado, de jueces del sistema penal tradicional, sentencias condenatorias de 25 años de prisión para dos sujetos por el delito de homicidio calificado, uno ocurrido en el año 2012 y el otro en 2013.
El primer sentenciado es Luis Eduardo Abán Ac; los hechos por los que estará privado de la libertad 25 años, ocurrieron el 27 de octubre de 2012, durante un violento altercado ocurrido en una herrería ubicada en la avenida José María Morelos.
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El ahora sentenciado y otro sujeto llegaron a ese lugar a cobrar una deuda, pero después salieron del local, compraron cervezas y se sentaron en una banca para consumirlas; a ese lugar llegó la víctima, del sexo masculino, con quien discutieron para luego intercambiar golpes, de donde este último sacó un objeto de su mochila para repelar la agresión y en ese momento los otros dos sujetos le arrojaron una piedra en el rostro, causándole lesiones que provocaron su muerte.
Con las pruebas aportadas, pudo acreditarse la plena responsabilidad de Luis Eduardo Abán Ac en hechos que constituyen el delito de homicidio calificado, por lo que la autoridad judicial lo sentenció a 25 años de prisión, el pago de una multa de 80 mil 620 pesos, así como también la reparación del daño moral por la cantidad de 50 mil pesos, más 46 mil 673.20 pesos por reparación del daño material.
En un segundo caso, esta representación social acreditó la plena responsabilidad de Pablo Cruz de la Rosa en el delito de homicidio calificado en agravio de una víctima de identidad reservada, en hechos ocurridos la tarde del 14 de abril de 2013, cuando el hoy sentenciado se dirigió a bordo de una motocicleta, al domicilio de la víctima, quien se subió al vehículo para ir a un trapiche localizado entre las comunidades de Ucum y Sac-Xan.
En ese lugar, el señalado estuvo hablando con la víctima y en algún momento Pablo sacó de la bolsa de su pantalón, un arma de fuego tipo revólver, con la que le disparó en cinco ocasiones a su acompañante, privándolo de la vida.
El juez del sistema penal tradicional le dictó sentencia con pena privativa de la libertad de 25 años, así como también le impuso una multa por 61 mil 380 pesos, además del pago de 310 mil 582.80 pesos por concepto de reparación del daño material y 50 mil pesos por reparación del daño moral.
