
Redacción
BACALAR.- Tras una semana de suspensión, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) habría ayer reanudado los trabajos de construcción de un complejo de descanso exclusivo para altos mandos militares en las orillas de la Laguna de Bacalar, luego de que por la zona varios trabajadores andaban de un lado a otro.
La obra se había detenido el lunes pasado luego de que ciudadanos organizados formaran una cadena humana para frenar el avance de la maquinaria, exigiendo explicaciones sobre los daños ambientales que el proyecto está generando en la zona, además de afectar la vista al Fuerte de Bacalar.
Pese a la protesta, la construcción continúa bajo la protección de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque sin claridad sobre los estudios que justifiquen los trabajos en esa zona.
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La falta de transparencia y el impacto visible en la vegetación y el ecosistema lagunar además de perturbar la imagen del Fuerte de Bacalar han encendido las alarmas entre activistas y residentes, quienes ya preparan nuevas acciones para frenar el proyecto.
El complejo que la Sedena edifica en Bacalar ha sido señalado por su posible afectación al equilibrio ecológico de la laguna, conocida por su característico tono azul turquesa y su delicado sistema de estromatolitos, formaciones microbianas milenarias esenciales para el ecosistema.
La intervención en esta zona ha generado preocupación por la posible contaminación del cuerpo de agua y la afectación de su biodiversidad, lo que ha motivado la movilización ciudadana en defensa del patrimonio natural de la región.