Francisco Javier Robles/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- En total abandono y en evidente deterioro sigue hundido el edificio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Benito Juárez.
La deslavada pintura de su fachada y estropeado logotipo tricolor es la clara muestra de la profunda crisis por la que atraviesa el partido en Cancún y el estado.
El desinterés de sus directivos es evidente, pues ni una “manita de gato” han ameritado sus deteriorados muros y el busto de don Luis Donaldo Colosio, después de sus humillantes derrotas electorales de 2022 y 2024.
Las oficinas que durante muchos años fueron emblema de la actividad política y social en la zona norte, donde había largas festividades cada fin de semana, hoy permanecen en silencio, con sus puertas cerradas permanentemente, con su estacionamiento bloqueado con rocas y obstáculos.
Ni una sola alma se para por sus instalaciones durante el día, mucho menos su presidente municipal Jorge Rodríguez Méndez, que se ha caracterizado por su ausencia física en el partido y desinterés por rescatar el recinto ubicado en calle Che Zaba y avenida José García de la Torre, en plena zona centro.
La Llegada de Cora Amalia Castilla Madrid a la dirigencia estatal del partido no ayudó en lo mínimo a la recuperación del Revolucionario Institucional, ni en lo anímico ni en lo moral, considera la ex militancia.
“Es pura simulación de los directivos, a ellos no les conviene que el PRI se levante de la ruina, porque ellos trabajan para Morena desde aquí, comen del sistema, es bastante obvio”, opinó un ex priista y trabajador de la representación del Gobierno del Estado.
