A pesar de un ligero avance en junio de 2025, el sector de la construcción en México continúa enfrentando un panorama de estancamiento. Este tímido incremento en el valor de producción de constructoras México no logra revertir la tendencia a la baja que ha dominado la industria, acumulando ya catorce meses consecutivos de contracción anual, lo que evidencia una profunda debilidad estructural según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Diagnóstico del sector: Una recuperación tibia frente a la caída crónica
La información detallada por los Indicadores de Empresas Constructoras (Enec) del Inegi revela un desempeño complejo para la industria. Aunque se registró un incremento mensual, la visión a largo plazo es desalentadora, con implicaciones significativas para la economía nacional.
Repunte mensual que no compensa el estancamiento
En junio de 2025, el valor de la producción de las empresas constructoras en el país experimentó una subida del 0.9 por ciento en su comparación mensual. Este avance se produce tras dos caídas previas del 0.3 por ciento en abril y del 2 por ciento en mayo, lo que sugiere un intento de recuperación que, sin embargo, no ha sido suficiente para compensar los descensos acumulados ni para cambiar la trayectoria general del sector.
Catorce meses consecutivos de contracción anual
La situación se torna más crítica al analizar la evolución anual. En comparación con junio de 2024, el valor de la producción de las empresas constructoras se contrajo 18.2 por ciento, su decimocuarta caída anual consecutiva, utilizando datos desestacionalizados para asegurar la comparabilidad de los periodos. Con cifras originales, sin ningún proceso estadístico, el retroceso anual en la construcción fue del 17.4 por ciento en junio. Este marcado descenso se inició tras alcanzar un máximo en septiembre de 2023, marcando un patrón de debilidad sostenida.
El desplome regional: Oaxaca y Quintana Roo lideran la contracción
La desaceleración del sector constructor no es uniforme en todo el país, presentando contrastes significativos a nivel regional que agudizan el panorama de crisis.
Geografía de la recesión constructora
La considerable caída anual del valor de la construcción en junio se explica principalmente por las bajas en entidades clave. Oaxaca se posicionó como la entidad con mayor contracción, al desplomarse un 73 por ciento anual. Le siguieron Quintana Roo, con una disminución del 69.6 por ciento frente a junio de 2024, y Campeche y Durango, con descensos del 66.5 y 52.3 por ciento, respectivamente. Estas cifras subrayan la severidad del impacto en regiones que tradicionalmente han sido motoras de la actividad constructora.
Avances puntuales en medio del retroceso general
En contraste con las contracciones generalizadas, algunas entidades lograron registrar avances anuales en junio. Baja California Sur mostró un crecimiento del 37.9 por ciento, mientras que Colima y Zacatecas reportaron incrementos del 23.2 y 22 por ciento, respectivamente. Estos casos aislados, aunque positivos, no son suficientes para revertir la tendencia negativa predominante a nivel nacional.
Impacto laboral: El empleo y las remuneraciones en declive
La debilidad del sector de la construcción se extiende al mercado laboral, afectando directamente a los trabajadores y sus ingresos, lo que magnifica las preocupaciones sobre la salud económica del país.
Disminución del personal ocupado y horas trabajadas
El personal ocupado total en las empresas constructoras decreció 0.5 por ciento mensualmente en junio pasado. A tasa anual, el personal ocupado total mostró una reducción más pronunciada, del 11.2 por ciento, lo que refleja la continua pérdida de puestos de trabajo en la industria. Las horas trabajadas en las empresas constructoras también siguieron esta tendencia, bajando 0.4 por ciento en junio frente a mayo, y disminuyendo 12.5 por ciento a tasa anual en el sexto mes de 2025.
Remuneraciones:Un balance mixto
En cuanto a las remuneraciones medias reales pagadas, se registró un alza del 0.3 por ciento a tasa mensual en junio de 2025. Sin embargo, en su comparación anual, las remuneraciones medias reales cayeron 0.2 por ciento en junio pasado, lo que indica que, si bien hubo un ligero respiro en el mes, la capacidad adquisitiva de los trabajadores del sector se ha visto erosionada en el último año.
La aparente estabilidad mensual en algunos indicadores del sector constructor mexicano en junio de 2025 contrasta drásticamente con la persistente contracción anual. Este panorama dual plantea interrogantes sobre la verdadera resiliencia de la economía y las estrategias para impulsar un pilar fundamental del desarrollo nacional. ¿Podrá este sector clave romper el ciclo de declive crónico o el leve repunte de junio es solo una anomalía en una tendencia de estancamiento más profunda?