DE 953 A MÁS DE 3 MIL: Se triplicaron los homicidios durante el sexenio de Carlos Joaquín

Agencias

CANCÚN.- Mientras las acusaciones entre figuras de la política quintanarroense suben de tono, los datos oficiales revelan una cruda realidad: la violencia en Quintana Roo se disparó en los últimos años, y los más afectados siguen siendo los ciudadanos.

Durante el sexenio de Roberto Borge Angulo (2011–2016), en Quintana Roo se registraron 953 homicidios dolosos, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Te puede interesar: |ESPECIAL| TORNADO DE VIOLENCIA: Escala 264% la tasa de homicidios de Borge a Carlos Joaquín

Sin embargo, bajo la administración de Carlos Joaquín González (2016–2022), ese número se triplicó, alcanzando los 3 mil 425 homicidios dolosos.

El aumento en los índices delictivos ha sido evidente en municipios como Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen) y Tulum, que pasaron de ser destinos turísticos mundialmente reconocidos por su belleza y tranquilidad, a encabezar titulares nacionales e internacionales por hechos violentos.

Fue también en el sexenio pasado, cuando comenzó a incrementarse la violencia en municipios antes tranquilos, como Othón P. Blanco y la zona maya; como reflejo de la incursión de nuevos grupos delictivos.

Las cifras vuelven a tomar relevancia tras los recientes señalamientos del exsecretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti, quien acusó públicamente a Carlos Joaquín González —hoy embajador de México en Canadá— de haber “entregado el estado al crimen organizado”.

Aunque la declaración no ha sido acompañada de pruebas formales, ha avivado el debate sobre el papel del exgobernador en la expansión de los grupos delictivos en la entidad.

Te puede interesar: Disminuyen homicidios en Quintana Roo, pero no en el porcentaje reportado por autoridades federales

Mientras tanto, la clase política parece más ocupada en deslindarse o protegerse mutuamente, que en responder a los reclamos de una ciudadanía atrapada entre balaceras, ejecuciones y extorsiones.

La violencia, lejos de disminuir, se ha normalizado en el día a día de los habitantes y trabajadores del sector turístico, quienes pagan las consecuencias de una inseguridad que no encuentra freno.

A pesar de los discursos oficiales, las estadísticas son claras: la violencia se ha intensificado en la última década, y el saldo es evidente no solo en números, sino en la creciente sensación de miedo que envuelve a Quintana Roo.

Red Informativa del Sureste

Compartir

Anuncio

Las noticias al momento