La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) se prepara para definir el aumento salario mínimo 2026, una medida con doble filo. Mientras organizaciones sindicales exigen hasta el 30.6% por justicia social, expertos como Enrique Quintana prevén un 11 o 12%. El sector empresarial alerta sobre el riesgo de quiebra para las pequeñas empresas ante costos laborales insostenibles.
El dilema en México: Entre la meta de gobierno y las advertencias empresariales
Los ojos están puestos en la Conasami, que la próxima semana prevé anunciar de cuánto será el incremento al salario mínimo para el próximo año. Aunque el porcentaje oficial aún no se determina, expertos afirman que el alza se perfila hacia un 11 o 12 por ciento. Este anuncio se espera para los primeros días de diciembre, como ha ocurrido en años anteriores.
En su columna, Enrique Quintana explica que desde el 2018 el aumento al salario mínimo ha oscilado entre el 11 y 12 por ciento, y confía en que esta cifra prevalezca en el proceso actual. Este porcentaje debe ser aprobado por la Conasami, que está integrada por representantes del sector obrero, del sector patronal y del gobierno. Para fijar el incremento se requiere mayoría, aunque usualmente se busca el consenso.
La cifra de 11 o 12 por ciento se alinea con el objetivo gubernamental de que el salario mínimo alcance el equivalente a 2.5 canastas básicas hacia 2030, una meta respaldada por la excandidata presidencial Claudia Sheinbaum. El Inegi estableció el pasado 12 de noviembre que el costo de la canasta básica (alimentaria y no alimentaria) es de 4,759.91 pesos. Dos y media veces ese valor equivale a 11,899.77 pesos; es decir, a precios actuales, ese sería el salario mínimo mensual en 2030.
Proyecciones para 2026
El texto titulado ‘El doble filo del salario mínimo’ detalla que actualmente el salario mínimo vigente (fuera de la zona fronteriza) es de 278.80 pesos diarios, lo que implica 8,364 pesos mensuales, alcanzando para 1.75 veces la canasta básica, según cifras del Inegi.
Para alcanzar la meta oficial, el salario mínimo tendría que avanzar de la siguiente manera:
- 1.90 veces la canasta básica en 2026.
- 2.05 en 2027.
- 2.20 en 2028.
- 2.35 en 2029, hasta llegar a 2.5 en 2030.
A precios actuales, la meta de 2026 implicaría que el salario mínimo se ubicaría en alrededor de 9,043 pesos mensuales, equivalente a un incremento de 8.1 por ciento. Quintana resalta que si el aumento fuera como el del año pasado (12 por ciento), el poder adquisitivo ascendería a 1.97 canastas básicas.
Propuestas sindicales: Exigencias de justicia social
A pesar de los pronósticos de expertos, las centrales obreras presentaron propuestas significativamente más altas, argumentando que la recuperación histórica del salario aún no es suficiente frente al encarecimiento de la vida.
La propuesta de la CROC
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) propuso un aumento del 20% al salario mínimo para 2026. El dirigente nacional, Isaías González Cuevas, entregó esta propuesta a la Conasami y al titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), afirmando que el ajuste es urgente ante el deterioro del poder adquisitivo.
- Justificación: El incremento es indispensable para enfrentar el encarecimiento de la canasta básica y cumplir con el mandato constitucional de garantizar un salario remunerador.
- Datos clave: Con base en datos del Inegi actualizados a noviembre de 2025, el valor conjunto de la canasta alimentaria y no alimentaria en zona urbana asciende a 4,759.91 pesos mensuales por persona. El ingreso requerido para que un hogar promedio de cuatro integrantes alcance la Línea de Bienestar Familiar supera los 19,000 pesos mensuales.
La CROC recordó que, pese a la recuperación del salario (de 88.36 pesos en 2018 a 278.78 en 2025), el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) aún se sitúa en 35.1%. Esto significa que uno de cada tres trabajadores no puede adquirir con su salario la canasta básica fundamental para su familia. Además, el documento enviado a la STPS enfatiza que el Convenio 131 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) obliga a que los salarios mínimos se definan no solo con base en la inflación, sino en las necesidades reales de los hogares, incluyendo salud, transporte, educación, vivienda y recreación.
El planteamiento máximo de los trabajadores
Adicionalmente, otros grupos de trabajadores mexicanos propusieron un aumento aún más elevado: 30.6% al salario mínimo para 2026 ante la Conasami. Con este planteamiento también se propone la eliminación del Monto Independiente de Recuperación (MIR) que se estableció a partir de 2017.
El riesgo de la informalidad para las pequeñas y medianas empresas
Aunque la recuperación salarial es vista como algo positivo, Enrique Quintana advierte que hay empresas que padecerán el aumento. En los círculos empresariales persiste la preocupación por el alza en los costos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Uno de los argumentos más reiterados es que los incrementos no solo afectan al mínimo, sino también al salario medio de cotización, la referencia más sólida sobre el salario promedio del sector formal.
Datos relevantes sobre el sector formal:
- Entre 2018 y la fecha actual, el salario medio de cotización ha aumentado 76.7 por ciento.
- La inflación acumulada en ese periodo es de 39.8 por ciento.
- El salario real, por tanto, ha crecido 26.3 por ciento.
Quintana señala que los grandes empresarios no tendrán problemas en ajustarse al incremento, pero serán las Pymes las que se las verán difícil. Alerta que esta dinámica puede llevar a las empresas a cerrar o a migrar a la informalidad, pues, aunque el discurso oficial insiste en que el salario mínimo estaba rezagado, eso no implica que las Pymes tengan margen suficiente para absorber los incrementos por venir. Sobre la postura gubernamental, el columnista asevera: “Ni modo: la visión del gobierno es que los empresarios abusan y pagan poco”.
El debate en Colombia como espejo económico regional
El proceso de negociación salarial en Colombia para definir el aumento del salario mínimo de 2026 también puso en evidencia posturas divergentes en un contexto de alta inflación anual (5.51% a octubre de 2025).
- Propuesta del gobierno: El Ejecutivo, encabezado por el presidente Gustavo Petro, propuso un incremento del 11%, lo que elevaría el salario mínimo de $1.423.500 a $1.580.085 mensuales.
- Propuestas alternas: Fedesarrollo sugirió un ajuste entre el 6% y el 7%. Las centrales sindicales, incluida la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), insisten en que el aumento no debe ser inferior al 11%, argumentando que el salario vital para una familia promedio debería superar los $2.000.000.
Advertencias de Acopi
La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) advirtió sobre los riesgos de aprobar un aumento superior al 7% ($99.645), que llevaría el salario de $1.423.500 a $1.523.145. Acopi sostiene que un incremento desproporcionado solo serviría para impulsar la inflación, anulando los beneficios y afectando la inversión.
La asociación argumenta que mayores costos laborales podrían frenar la contratación formal, incentivar despidos o llevar a algunas empresas a la informalidad. Propone que el ajuste se base en criterios técnicos, tomando como referencia la inflación proyectada para 2025, cercana al 5%, y la Productividad Total de los Factores, que se ubica en 1% al primer trimestre. Las mipymes, que generan la mayor parte del empleo formal en Colombia, serían las más afectadas, forzadas a recurrir a la informalidad para sobrevivir.








