
Extraño, muy extraño que en el PAN nadie haya salido a darle su merecido jalón de orejas a los regidores de la representación azul en el Ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún).
Los panistas Olga Moo y Carlos Ávila se sumaron al (resquebrajado) bloque Morena-PVEM-PT en la pretensión de vender tres lotes de la Comuna adyacentes a Playa Marlín.
¿En qué estaban pensando los regidores albiazules?
Ni la presidenta estatal, Reyna Tamayo, ni el vocero estatal y diputado federal, Ernesto Sánchez, salieron a fijar postura frente al desfiguro político de sus concejales.
Se entiende que Tamayo guarde silencio: ha demostrado una y otra vez ser incondicional del cuatrotepismo caribeño.
Pero el diputado Sánchez, que hasta ahora ha sostenido una actitud crítica frente al gobierno del estado y el Ayuntamiento benitojuarense, también optó por callar.
Y aún con el entreguismo panista, el bloque oficialista no logró los 11 votos requeridos por ley para aprobar la enajenación de los lotes.
Apenas alcanzaron 9 votos.
En contra se pronunciaron Movimiento Ciudadano, encabezado por Jesús Pool; el PRI, liderado por Jorge Rodríguez; y las regidoras de Morena, Miriam Morales Vázquez e Ivette Lorena Manjarrez Cardona.
Y los votos panistas no fueron suficientes para rescatar al (resquebrajado) bloque guinda-verde-rojiamarilla.