
Que no todo es miel sobre hojuelas en la relación entre el gobernador, Carlos Joaquín, y la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama.
Para muchos, la cancunense es una aliada estratégica del Gobernador para la sucesión.
Incluso, ante la “flaca caballada” del PAN y PRI, hay quienes sostienen que Mara es opción para Carlos Joaquín.
Pero, una cosa es una cosa y otra cosa, es otra cosa, diría el clásico.
En el proceso electoral que acaba de pasar, se cumplió aquella de los “enemigos de mis enemigos serán mis amigos”.
La senadora Marybel Villegas hizo, en este proceso electoral, “amigos” a Carlos Joaquín y a Mara Lezama.
Pero, en política los impulso y las inercias son volátiles y la relación entre Carlos Joaquín y Mara Lezama no es en este momento la mejor.
El ex político y ahora empresario Carlos Canabal se ha convertido el factor de distanciamiento entre el Gobernador y la Alcaldesa.

La realidad es que el tabasqueño sigue haciendo de las suyas con su empresa Intelligencia México y su concesión de recolecta de basura.
Pero, ya hay varias acusaciones en contra de Canabal.
Sin embargo, el “empresario” sigue gozando de todas las atenciones legales y políticas de la “22 de Enero”.
No ha habido “voluntad política” en el Gobierno del estado y en la (relativamente autónoma) Fiscalía General del Estado para meter en orden a Canabal.
Y la problemática de la basura, de lo económica, hasta lo ambiental, sigue creciendo.