El Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) se ha convertido en garante, pero no de la democracia, sino de los más atroces golpes contra procesos limpios, transparentes y equitativos.
Por todos lados se confirma que el Ieqroo tiene los colores guinda y verde, y que, lejos de ser un órgano independiente, se comporta como un apéndice de la 4T-QR.
Una de sus acciones más aberrantes ha sido contra Francisco Puc “Xiximac”, a quien el Instituto ha servido para cumplir inconfesables intereses, bloqueando cualquier posibilidad de que el emecista asuma como regidor del ayuntamiento de José María Morelos.
Los consejeros del Ieqroo bailan al son que les toquen, con tal de que Morena se libre de “Xiximac” en la Comuna morelense.
Cuando al Ayuntamiento se le empezó a “caer” la suspensión de los derechos políticos de Puc, en el Ieqroo activaron una denuncia por violencia política en razón de género. Las pruebas se desmoronaron por sí solas, y hasta el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) —quizá ante el temor de volver a hacer el ridículo— bateó al Instituto.
Pero cuando ya se había resuelto la suspensión de los derechos políticos de “Xiximac” y no había obstáculos para que asumiera el cargo, el Ieqroo volvió a actuar a favor de Morena.
La resolución del Tribunal federal fue emitida hace más de un mes. Sin embargo, el Ayuntamiento pidió “asistencia jurídica” al Ieqroo para saber si podía tomarle protesta al emecista. En vez de ordenar el cumplimiento de la sentencia, el Instituto siguió el juego de la Comuna morelense para seguir postergando la integración de “Xiximac” al Cabildo.
Pese a tantas barbaridades, los consejeros ni sudan ni se acongojan. Siguen firmes en su consigna de ser soldados de Morena.
Con este Ieqroo, ni siquiera es necesaria una reforma electoral: ya la tienen hecha a su medida. Solo faltaría pintar de guinda su fachada y que los consejeros asistan a los seminarios sabatinos… para tomarse la selfie del recuerdo con sus jefes guindas,










