Rogelio Guerra vs TV Azteca: La batalla legal que lo dejó sin nombre ni patrimonio

La trágica historia de Rogelio Guerra contra TV Azteca, donde perdió su nombre y patrimonio, reveló un "modus operandi" en la industria y detonó el Alzheimer que lo llevó a la muerte en 2018.
Rogelio Guerra vs TV Azteca: La batalla legal que lo dejó sin nombre ni patrimonio

El calvario de Rogelio Guerra contra TV Azteca no fue solo un litigio por incumplimiento de contrato, sino una década que, según su viuda, Maribel Robles, le costó la vida. Este caso se ha convertido en un símbolo de la vulnerabilidad de los artistas ante las grandes televisoras, evidenciando un «modus operandi» que afectó a celebridades.

El origen de la disputa y la sentencia millonaria

La historia de adversidad que enfrentó Rogelio Guerra, galán recordado mundialmente por telenovelas como Los ricos también lloran, se inició tras su paso a TV Azteca. El conflicto data de 1999, cuando el actor firmó un contrato para protagonizar tres telenovelas.

El problema legal surgió en 2002, después de que Rogelio Guerra solo participara en una producción, Golpe bajo. Guerra demandó a la televisora por incumplimiento de contrato, y un juez inicialmente le dio la razón.

Sin embargo, la respuesta de TV Azteca fue un contraataque legal en un juzgado distinto, alegando que Guerra había faltado a un llamado para la segunda telenovela, incumpliendo así el contrato. Rogelio siempre sostuvo que el llamado fue inexistente.

Consecuencias económicas y el embargo del nombre

Luego de cuatro años de litigio, un juez federal dejó la sentencia en firme: Rogelio Guerra debería pagar 26 millones de pesos. Este monto implicó un embargo total de sus bienes, cuentas bancarias y regalías.

La medida más dura fue la prohibición del uso comercial de su nombre artístico. Como se detalla en el contenido, durante ese periodo:

  • Se le obligó a ceder el 100% de su salario en cine, televisión o teatro a la televisora.
  • No podía usar su nombre para generar ingresos.

Maribel Robles narró que para sobrevivir, la familia vendió primero los coches, luego los seguros y, finalmente, cualquier cosa de valor que tuvieran en casa. «Fueron años no solo de trabajo que se perdieron, sino de vida, de no generar dinero, ¡ni un solo centavo!», declaró Robles.

Un ejemplo de esta situación se vivió cuando Rogelio Guerra, disfrazado de Miguel Hidalgo y Costilla y usando un peluquín, ensayaba la obra Sueños de libertad. La obra se presentó en el viejo cine Venustiano Carranza, y el actor actuaba sabiendo que TV Azteca se quedaría con el 100% de las ganancias, lo que, para él, no importaba debido a su pasión por actuar.

La presión pública y el acuerdo de «cada quien su golpe»

Incluso con la derrota legal en sus manos, Rogelio Guerra decidió luchar en la esfera pública, diciéndole a su esposa: «Nos quedan los medios».

El actor organizó entonces una marcha para protestar contra la sentencia del juez federal. Días antes de la fecha acordada, le comentó a Carmen Aristegui: «He buscado justicia durante 10 años en este país y no la encuentro».

Cuando la convocatoria de la marcha creció en Twitter, el presidente de TV Azteca se comunicó con el actor. Maribel Robles recordó que Víctor Trujillo, con su personaje de Brozo, había anunciado la protesta al aire: «Nos vemos el domingo en la marcha en el Zócalo».

A las tres horas, el mismo Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, llamó. Según Maribel Robles, Salinas les dijo que el tema se había salido de las manos en tribunales y propuso un acuerdo: «Cada quien su golpe, que ellos no nos pagaban y nosotros no pagábamos».

El pleito legal terminó pacíficamente en 2012, cancelando deudas mutuas. Sin embargo, las secuelas emocionales y de salud ya eran irreversibles.

El costo humano: el alzheimer y la tristeza

Maribel Robles ha vinculado directamente el litigio con el deterioro físico y emocional del actor, señalando que «fueron 10 años de injusticias que lo tronaron».

«Ahí fue donde se le detonaron muchas cosas a Rogelio», contó Robles. La viuda relacionó la frustración y la injusticia flagrante del caso con el Alzheimer que padeció el actor, culminando en su muerte el 28 de febrero de 2018.

El «modus operandi» de la televisora

Recientemente, el caso de Rogelio Guerra fue citado por Gloria Trevi durante una entrevista con Sabina Berman, en la que acusó a TV Azteca de emplear estrategias para someter a su talento.

Trevi señaló que la empresa tiene un «modus operandi» donde si los actores no siguen sus reglas, «se les van encima y empiezan con campañas de difamación y de calumnia de una manera súper dura».

La artista mencionó como ejemplos a Ana Colchero y Héctor Suárez, además de Rogelio Guerra, de quien una amiga cercana le comentó que «el señor se murió de la tristeza de no poder tener su nombre para trabajar, y ponerlo en una marquesina».

El caso de Rogelio Guerra ilustra los riesgos y la vulnerabilidad de los artistas en el entretenimiento mexicano, destacando la importancia de la justicia equilibrada. Su trayectoria pasó de la gloria a la adversidad por un pleito que, aunque se resolvió sin pagos millonarios al final, dejó secuelas fatales.

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