El 24 de octubre de 2025, la noticia sobre el paquete de ayuda financiera de USD 20.000 millones otorgado a Argentina por Estados Unidos desató un debate estratégico global. Analizado por el *Financial Times*, este respaldo, supuestamente diseñado para que Javier Milei logre «Make Argentina Great Again», plantea serios riesgos financieros y geopolíticos. En un contexto de elecciones decisivas, la viabilidad de esta ayuda financiera EEUU Argentina está bajo la lupa, cuestionando la estrategia de Washington.
El debate estratégico en torno a los USD 20.000 millones
La ayuda financiera a Argentina se produce en un momento de severa tensión económica en el país sudamericano, cuyo peso afronta caídas anticipadas por los mercados y sus reservas líquidas se mantienen peligrosamente bajas. Sin embargo, la intervención de Estados Unidos persigue objetivos que trascienden la salud macroeconómica.
Según el análisis del *Financial Times*, la estrategia estadounidense se enfoca en dos pilares geopolíticos:
- Contrarrestar la creciente influencia de China en América Latina.
- Asegurar el acceso a los minerales estratégicos del país.
Esta política fue claramente articulada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien afirmó que la ayuda debería permitir que el presidente Javier Milei «Make Argentina Great Again», una declaración difundida en publicaciones de redes sociales.
La visión de la administración Bessent y la resistencia interna
A pesar del objetivo declarado, la medida ha generado una notable resistencia tanto a nivel doméstico como internacional. Steve Bannon, ex estratega jefe de la Casa Blanca, señaló que la confusión es palpable entre los seguidores de Donald Trump, indicando que:
> “Casi la mitad [de los seguidores de Donald Trump] rechaza el plan”, ya que lo consideran más orientado a salvar a Wall Street que a fortalecer a un aliado regional.
Bannon atribuyó esta confusión a la falta de claridad en torno a la importancia estratégica de Argentina y el vínculo con Milei, un contexto que, según el ex estratega, ni el Departamento de Estado ni el Tesoro habrían explicado lo suficiente.
La fragilidad económica argentina y el riesgo «Mada»
El respaldo financiero llega en un momento grave para la economía argentina. Aun con el paquete estadounidense y un cuantioso préstamo adelantado del Fondo Monetario Internacional, el temor a un incumplimiento sigue latente en los mercados.
Los escépticos han acuñado ya un acrónimo que contrasta con el eslogan optimista de Bessent: «Mada» —Make Argentina Default Again—, planteando si Javier Milei realmente podrá evitar una crisis financiera.
El desafío a la gravedad financiera
Un riesgo más sutil se centra en la credibilidad del propio secretario Bessent, pues el objetivo declarado del *swap* —evitar el derrumbe del peso— se ve comprometido por los indicadores económicos que sugieren que la moneda argentina:
- Está sobrevaluada en hasta un 20 por ciento.
- Requiere una depreciación inevitable para recuperar competitividad.
El *Financial Times* subraya que tanto Bessent como Milei están intentando desafiar la gravedad financiera con esta estrategia.
Geopolítica del dólar: la estrategia de las «geofinanzas»
El trasfondo de esta operación revela un nuevo enfoque estadounidense hacia lo que especialistas han definido como «geofinanzas». Históricamente, la hegemonía de Estados Unidos descansaba en la primacía del dólar como moneda de reserva global. La administración de Donald Trump ha reforzado esta tendencia, utilizando el poder financiero como herramienta política.
Esto se ha manifestado mediante:
- Sanciones financieras, como el aislamiento de Rusia del sistema financiero en dólares.
- Amenazas de imponer fuertes aranceles sobre socios que busquen la desdolarización.
- La reciente politización de las líneas *swap* del dólar.
Uso del Exchange Stabilization Fund: imperialismo financiero
A diferencia de las líneas *swap* temporales utilizadas por la Reserva Federal durante crisis anteriores o las permanentes concedidas a aliados históricos (como Japón o Reino Unido), el paquete para Argentina emplea el Exchange Stabilization Fund del Tesoro.
El motivo detrás de esta vía no es atender únicamente a criterios de salud macroeconómica argentina, sino proteger los intereses políticos y económicos estadounidenses en una región considerada estratégica.
Esta decisión ha suscitado lo que el análisis califica como «un desnudo ejercicio de imperialismo financiero». El *Financial Times* advierte que otros países podrían ahora mostrarse aún «más reacios a depender de la ayuda estadounidense», previendo las contrapartidas políticas exigidas por Washington. Dicho temor podría acelerar la búsqueda de alternativas al dólar, tales como el oro u otros mecanismos de cooperación regional.
Inquietud en los mercados globales y la credibilidad de Washington
Hasta el 24 de octubre de 2025, los mercados estadounidenses no reflejaban señales evidentes de alarma. Los rendimientos del Tesoro permanecen bajos, gracias a la ligera reducción del déficit, los recortes de tasas de la Reserva Federal y las recientes inyecciones de liquidez que han elevado el valor de casi todos los activos, incluidos los bonos.
Sin embargo, el ambiente financiero global, alimentado por el exceso de liquidez y apalancamiento, aumenta la vulnerabilidad ante un potencial colapso financiero global. Si tal escenario ocurriera, pondría en riesgo la confianza internacional en las monedas fiduciarias.
Si el paquete estadounidense fracasa en estabilizar el mercado argentino, el impacto se sentirá más allá de la figura de Javier Milei. Esto golpearía directamente a Washington, destacando la incertidumbre de cara a las elecciones del domingo y la posibilidad de que el eslogan “Make Argentina Great Again” termine cuestionando, más que fortaleciendo, la propia imagen estadounidense.
