
Sheinbaum lanza advertencia desde San Luis Potosí: “Nos vamos a movilizar”
Desde el corazón de Villa Hidalgo, en San Luis Potosí, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó un mensaje firme que sacudió el escenario binacional: México podría movilizarse contra la propuesta del Congreso de Estados Unidos para imponer un impuesto del 3.5 % a las remesas enviadas por migrantes. La palabra clave quedó en el aire: movilización.
El impuesto a las remesas: una amenaza directa a millones de familias
¿De qué se trata la propuesta?
En el paquete presupuestal promovido por el expresidente Donald Trump, recientemente aprobado por la Cámara de Representantes y enviado al Senado estadounidense, se incluye una medida que podría cambiar la vida de millones: gravar con un 3.5 % las remesas enviadas a México desde Estados Unidos.
Este gravamen afectaría directamente a los migrantes mexicanos que envían dinero a sus familias, muchos de ellos radicados en estados como California, Texas y Nueva York, que representan los mayores corredores de remesas hacia territorio mexicano.
¿Qué representan las remesas para México?
Las remesas no son solo flujos monetarios. Son actos de amor que llegan en forma de dólares a comunidades marginadas en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y zonas del sureste como Quintana Roo y Yucatán.
Según cifras del Banco de México, durante el primer trimestre del año, México recibió 14,269 millones de dólares en remesas, superando en 1.3 % la cifra del mismo periodo en el año anterior. Son, de hecho, una de las principales fuentes de ingreso del país, por encima incluso del turismo y del petróleo.
Una respuesta frontal: el mensaje político de Sheinbaum
“Nuestros hermanos trabajan duro”: la defensa presidencial
Desde un acto público en San Luis Potosí, Sheinbaum fue clara:
“Nuestros hermanos que están allá trabajan duro y pagan sus impuestos… no debe haber impuesto por el dinero que mandan a sus familias”.
La mandataria no dejó lugar a dudas sobre la postura de su gobierno. Afirmó que se seguirá informando sobre la medida, pero dejó abierta la puerta a una movilización nacional si la propuesta avanza en el Senado de EE.UU.
¿Qué tipo de movilización?
Aunque no se precisaron detalles, el término “movilización” en voz de la jefa del Estado mexicano tiene peso político y simbólico. En un país con una profunda historia de organización social, el anuncio deja abierta la posibilidad de protestas, campañas diplomáticas o incluso acciones binacionales en defensa de los derechos de los migrantes.
Reacciones desde México: política y sociedad en alerta
El Senado mexicano se pronuncia
No es solo Sheinbaum. El Senado mexicano, en su calidad de cámara responsable de la política exterior, emitió el pasado 13 de mayo un comunicado donde calificó el impuesto como “arbitrario e injusto”. Alertó que podría llevar a los migrantes a buscar vías informales para enviar dinero, lo que generaría riesgos de lavado de dinero y pérdida de control fiscal.
“Hacemos un llamado al legislativo estadounidense a reconsiderar reflexivamente esta propuesta”.
Opinión experta: el impacto puede ser devastador
Manuel Orozco, director del Centro de Migración y Estabilización Económica, advirtió en entrevista con CNN que el impuesto provocaría una reducción inmediata del flujo de remesas y, en el fondo, busca desincentivar la migración.
Las implicaciones no son menores. Una reducción en las remesas afectaría principalmente a los hogares más pobres, que dependen de este ingreso para cubrir necesidades básicas: comida, medicinas, educación y servicios.
Más allá del dinero: el valor simbólico y estratégico de las remesas
Las remesas como acto de resistencia
Cada dólar enviado no solo tiene valor económico: representa una historia de sacrificio, distancia y resiliencia. En comunidades rurales, esos giros permiten mantener el arraigo, pagar escuelas, evitar la migración de nuevos miembros. Son, en muchos sentidos, el mayor programa social transnacional del siglo XXI.
Gravarlas, como propone el Congreso de EE.UU., no solo es una medida económica: es una declaración política que México ha recibido como una afrenta.
Escenario binacional: ¿una nueva tensión diplomática?
El silencio de la Casa Blanca y del Departamento de Estado ante las solicitudes de información podría interpretarse como cautela diplomática. No es un tema menor: México es el segundo socio comercial de EE.UU., y una movilización abierta contra una decisión legislativa podría abrir un nuevo frente de tensión bilateral.
Un nuevo pulso migratorio entre dos naciones
El anuncio de Claudia Sheinbaum marca un parteaguas en la relación México-Estados Unidos en materia migratoria y financiera. La defensa de las remesas no es solo una postura económica; es una declaración de principios en un país donde millones dependen de los lazos familiares y financieros que cruzan fronteras.
La historia está en desarrollo, pero el mensaje ya está claro: México no permitirá que el dinero de sus migrantes sea tratado como un lujo tributario. La pregunta que queda es si Washington está dispuesto a escuchar… antes de que la calle se mueva.